Acciona Energía ha vendido activos por 1.293 millones de euros para reducir su apalancamiento y mantener su calificación de inversión
Ángel Zamarriego
Acciona Energía, líder en energías renovables, está llevando a cabo una estrategia de desinversión para mitigar el impacto de la deuda y la volatilidad de los precios de la electricidad en sus resultados. La compañía, que cerró el primer semestre con una deuda de 4.606 millones de euros, ha vendido activos valorados en 1.293 millones de euros en las últimas semanas.
Entre las operaciones destacadas está la venta de 34 centrales hidroeléctricas a Endesa por 1.000 millones de euros, lo que permitirá reducir su deuda en un 22%, según Bankinter. Estas centrales, con una capacidad de 626 MW, están situadas en Aragón, Soria, Valencia y Navarra. Además, la compañía vendió activos hidroeléctricos a Elawan Energy por 293 millones.
Según Fitch, que mantiene su calificación en BBB con perspectiva estable, Acciona Energía trabaja en la actualización de su plan de negocio y continuará su estrategia de desinversión en un «perímetro de 6 GW», que podría incluir activos eólicos, fotovoltaicos e hidráulicos distribuidos en seis países.
Pese a estas medidas, la cotización de Acciona Energía ha caído más del 11% este año, y su capitalización ha disminuido un 66% desde su pico en 2022, cuando alcanzó los 14.400 millones de euros. Esta caída refleja la preocupación de los inversores por la volatilidad de los precios de la energía y la elevada deuda del sector.
Sin embargo, los analistas ven con optimismo las oportunidades a largo plazo. Álvaro Blasco, socio director de ATL Capital, señala que el sector tiene un «prometedor futuro» y anticipa que las ventas de activos no solo reducirán la deuda, sino que también financiarán nuevas inversiones estratégicas.
El negocio renovable sigue creciendo en un entorno de transición energética global, pero enfrenta desafíos como el aumento de la competencia, cambios regulatorios y ajustes en los precios de la energía. Acciona Energía apuesta por mantener una posición competitiva en un mercado que, aunque prometedor, exige un equilibrio entre crecimiento e inversión responsable.