La Formación Profesional combate el desempleo juvenil en España, con una tasa de empleabilidad del 42,2%, mayor a la de los títulos universitarios
Ángel Zamarriego
En el marco del Día Internacional de la Educación, UNIVERSAE, red global de instituciones educativas, destaca el papel crucial de la Formación Profesional para abordar el problema del desempleo juvenil en España.
España lidera actualmente el ranking de desempleo juvenil en la Unión Europea, con un preocupante 24,7% de jóvenes menores de 25 años en paro, según los últimos datos de Eurostat. Esta cifra evidencia las dificultades que enfrentan las generaciones millennial y Z para acceder al mercado laboral, pese a ser las mejor formadas de la historia.
Durante décadas, en España se ha priorizado la educación universitaria frente a la Formación Profesional, lo que ha generado un desequilibrio en el mercado laboral. Actualmente, existe una alta demanda de perfiles de FP por parte de las empresas, mientras que los titulados universitarios enfrentan mayores retos de empleabilidad.
Según el informe «Cómo impulsar la Formación Profesional en España», a partir de 2025, el 50% de las oportunidades laborales estarán dirigidas a personas con cualificación en FP. Actualmente, la tasa de empleabilidad de la FP alcanza un 42,2% y supera ya a la de los titulados universitarios, que se sitúa en un 38,5%, según datos del SEPE.
Además, la Formación Profesional ha experimentado un crecimiento significativo en matriculaciones. Este curso, el número de estudiantes en FP asciende a 1.144.800, un 5,5% más que el año pasado, según el Ministerio de Educación.
Manuel Gazapo, director de Relaciones Institucionales de UNIVERSAE, subraya la relevancia de la FP: “La FP es una excelente opción por sus elevados niveles de empleabilidad, además de ser una vía para la formación continua y la especialización profesional. En UNIVERSAE, formamos talento cualificado y preparamos a nuestros alumnos para afrontar con éxito las demandas del mercado laboral”.
La FP no solo es una herramienta clave para reducir el desempleo juvenil, sino también una apuesta por un futuro laboral más cualificado y alineado con las necesidades reales de las empresas.