La SEMI exige un enfoque integral de esta patología que afecta a uno de cada cuatro españoles, que incluya una atención personalizada para cada paciente.
La Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) hace un llamado urgente a la comunidad médica y a las autoridades sanitarias para que reconozcan la obesidad como una enfermedad crónica. Esta dolencia afecta a uno de cada cuatro adultos en España. Por eso los médicos internistas exigen un enfoque integral, que incluya rutas asistenciales específicas y una atención personalizada para cada paciente.
Un problema de salud pública en crecimiento
La prevalencia de la obesidad en España ha ido aumentando de forma continua desde 1980. Según la Organización Mundial de la Salud, el 23,8% de la población adulta española sufre obesidad. Esta cifra significa que una de cada cuatro personas vive con este problema. Sin embargo, el diagnóstico y tratamiento adecuados siguen siendo escasos. Más del 40% de los afectados no reciben un diagnóstico. Menos del 20% tienen acceso a medicación basada en evidencia científica, lo que subraya la falta de recursos para abordar la obesidad como enfermedad crónica.
La obesidad no solo afecta la estética, sino que también está vinculada a enfermedades graves como la diabetes, la hipertensión o la insuficiencia cardiaca. La complejidad de esta patología exige un enfoque global, que no solo se centre en la pérdida de peso, sino también en el control de las comorbilidades asociadas. La SEMI ha subrayado en varias ocasiones que la obesidad como enfermedad crónica requiere de un tratamiento multidisciplinar y personalizado, adaptado a las necesidades de cada paciente.
Un enfoque integral y sin estigmas
El Doctor Alfredo Michán, coordinador del Grupo de Trabajo sobre Obesidad, Diabetes y Nutrición (DON) de la SEMI, recalca que “la obesidad como enfermedad crónica debe ser tratada con un enfoque integral. este debe contemplar dieta, ejercicio, salud mental, y cuando sea necesario, cirugía bariátrica o fármacos”. Para ello, es fundamental que los profesionales de la salud trabajen en equipo, garantizando una atención equitativa y sin prejuicios. “Debemos dejar de lado el estigma que vincula la obesidad a la falta de voluntad del paciente”, añade Michán.
Además, el tratamiento debe ir más allá de la pérdida de peso. La SEMI insiste en la importancia de un enfoque multidisciplinar que aborde todas las comorbilidades asociadas, como la apnea del sueño o la artrosis. Los médicos internistas defienden la necesidad de crear un registro que permita agrupar a los pacientes en función de su perfil clínico. De esta manera, se podrían establecer objetivos de peso realistas y garantizar un seguimiento adecuado para cada paciente.
Desafíos en el diagnóstico y tratamiento de la obesidad como dolencia crónica
A pesar de los avances, el diagnóstico de la obesidad sigue siendo insuficiente. En muchos casos, el índice de masa corporal (IMC) no es suficiente para evaluar el exceso de adiposidad. Es necesario utilizar otros criterios, como la medición directa de la grasa corporal o la circunferencia de la cintura. Además, los médicos internistas subrayan que para considerar a una persona obesa de manera clínica, deben existir complicaciones adicionales, como enfermedades cardíacas o dificultades para realizar actividades cotidianas.
El estigma hacia las personas con obesidad sigue siendo uno de los mayores obstáculos en el tratamiento de la enfermedad. “La obesidad no es una enfermedad moral ni una elección de vida”, enfatiza la Guía Giro, que establece un manejo integral y multidisciplinar de la obesidad. Combatir este estigma es esencial para que las personas con obesidad busquen tratamiento y reciban la atención médica adecuada.
Los médicos de la SEMI lanzaron una serie de vídeos cortos para enfocar a la obesidad como dolencia crónica y concientizar sobre el tema.