El circo de Mediaset con Sandra Fernández

abril 19, 2024
Tiempo de lectura: 1 min

Alejandro Gómez

 

La llegada de Sandra Fernández al circo de Mediaset, como la flamante directora de comunicación, ha sido todo menos un acto de magia redentora.

Con un historial en la Comunidad de Madrid que prometía milagros para calmar las aguas turbulentas de críticas que azotan a la cadena, resulta que la esperanza es lo primero que se pierde.

En lugar de erigirse como la salvadora de la parrilla televisiva, criticada hasta por el eco de su propio vacío, Sandra ha decidido que jugar a susurrar secretos y tácticas en la oreja de Alejandro Salém, el CEO todopoderoso, es una estrategia brillante. Parece que pretende ser la mano derecha, la izquierda y, si se puede, hasta los pies del señor Salém, olvidándose por completo de su título y supuesta misión.

Mientras tanto, en un giro que dejaría perplejo a cualquiera con un mínimo sentido común, se autoproclama directora general de informativos. Sí, porque al parecer, en Mediaset, las descripciones de trabajo son meras sugerencias, no obligaciones. La víctima de su ambición desmedida es Paco Moreno, el otro “fichaje estrella” que ahora debe de preguntarse qué demonios hace allí, especialmente cuando su capacidad para decir “NO” parece haberse evaporado junto con su sentido de la dignidad profesional.

En este juego de tronos corporativo, donde las funciones y roles se intercambian con la facilidad de quien cambia de calcetines, los subdirectores de informativos deben de estar preguntándose si se han equivocado de edificio. Los pasillos de Mediaset, antes escenario de dramas televisivos, se han transformado en un laberinto de desesperación y desconcierto, donde lo único que se propaga más rápido que las malas decisiones son las críticas que intentaban apaciguar.

En resumen, el caos reina, el sentido común ha salido por la ventana, y en Mediaset, el espectáculo debe continuar. Bienvenidos al despropósito organizativo, pasen y vean.

 

 

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