Stellantis y CATL invertirán 4.100 millones en la mayor planta de baterías de España y producirá baterías LFP para vehículos eléctricos más asequibles
Ángel Zamarriego
Stellantis y la empresa china CATL han confirmado la construcción de una planta de baterías en Figueruelas, Zaragoza, que será la mayor de su tipo en España. Con una inversión conjunta de hasta 4.100 millones de euros, la planta producirá baterías de litio-ferrofosfato (LFP), una tecnología más duradera y económica que permitirá ofrecer coches eléctricos con autonomía intermedia y precios más accesibles.
El proyecto será desarrollado mediante una joint venture al 50% entre ambas compañías y está previsto que inicie operaciones a finales de 2026. Con una capacidad potencial de hasta 50 GWh, su tamaño definitivo dependerá del apoyo de las autoridades españolas y europeas al mercado eléctrico, incluyendo incentivos para la compra de vehículos eléctricos.
La decisión llega tras reuniones clave entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y líderes de ambas compañías, incluyendo al presidente de Stellantis, John Elkann, y al CEO de CATL, Robin Zen Yuqun. Pese a la salida reciente del CEO de Stellantis, Carlos Tavares, la compañía reafirmó que España sigue siendo un pilar estratégico para su industrialización y electrificación.
Este proyecto es parte de un esfuerzo mayor por posicionar a España como un hub de electromovilidad. En la actualidad, ya están confirmadas producciones de vehículos eléctricos en Martorell, Pamplona y Vitoria, además de otras plantas de baterías en Sagunto, Extremadura y Valladolid.
La planta de Figueruelas también refuerza el liderazgo de España dentro de Stellantis, siendo el país donde más vehículos fabrica la multinacional. En 2023, las plantas españolas de Stellantis produjeron más de un millón de unidades, superando a Italia, cuna de marcas como Fiat y Alfa Romeo.
Además, la instalación creará oportunidades significativas para la cadena de valor del vehículo eléctrico, alineándose con las metas del Perte VEC III, dotado con 500 millones de euros. De estos, Stellantis recibirá cerca de 360 millones para garantizar la viabilidad del proyecto, en línea con los incentivos otorgados a Volkswagen en Sagunto.
Con esta inversión, Stellantis y CATL apuntan a satisfacer la creciente demanda europea de vehículos eléctricos, mitigando el impacto de los aranceles a productos chinos y aumentando la competitividad de las marcas del grupo en Europa. La planta, además de impulsar la transición energética, generará empleo y consolidará a España como un referente en la electrificación del transporte.