«En Fugida. Refugiats» cuenta lo que viven las personas forzadas a huir de sus hogares por guerras, violencia o persecución política.
Eva Marabotto
En 2024 más de 123 millones de personas se vieron forzadas a huir de sus hogares en el mundo, casi el doble que hace una década. Lo hicieron por conflictos armados, crisis políticas o desastres climáticos. La mayoría de las veces, se fueron con lo puesto o cargaron apenas un puñado de recuerdos. Para visibilizar las historias de los refugiados, el Museu d’Història de Catalunya en Barcelona ha organizado una muestra en colaboración con el Comité Catalán de ACNUR.
Cómo es la muestra sobre los refugiados
La exposición se llama «En Fugida. Refugiats: Una genealogia del present». Está dedicada a visibilizar las diferentes etapas que atraviesan las personas forzadas a huir de sus hogares escapando de bombardeos, violencia, persecución política o por los efectos del cambio climático. Puede visitarse hasta el 30 de marzo.
Propone un recorrido por las diferentes instancias que atraviesan las personas forzadas a huir de sus hogares. Desde la huida, muchas veces con lo puesto, el cruce de fronteras poniendo en riesgo sus vidas, hasta la solicitud de protección internacional. Luego, la llegada a un lugar seguro en comunidades de acogida, como puede ser Catalunya. (que en 2023 recibió unas 15.000 peticiones de asilo internacional).
«Las personas refugiadas, desplazadas forzadas, son casi siempre civiles. Y civiles son, de hecho, mayoritariamente las víctimas de las guerras contemporáneas. En este sentido, no hay grandes variaciones. Aquello que provoca los grandes desplazamientos y las migraciones forzadas en la Europa actual son las guerras civiles, de ocupación, las persecuciones políticas, religiosas o etnonacionales. O los efectos de del calentamiento global. Más de 120 millones de personas de Siria, Libia o Afganistán, de Etiopía o el Sahel, de Irak o Myanmar. También de la República Democrática del Congo, Sudán del Sur, Burundi o la República Centroafricana. Además, de Venezuela, Colombia o El Salvador, de Ucrania o de Gaza. Esta es una historia que no ha detenido su curso, sino que vive una desgraciada segunda juventud», plantea uno de los textos que acompaña la muestra.
La recorrida también propone testimonios en primera persona. En palabras de Amin, que ha dejado Siria: «Huimos de la guerra para no morir. Para no morir a cambio de nada. Porque cuando los aviones bombardean, no sabemos quiénes son los buenos y quiénes, los malos. morimos todos juntos».
Un poco de historia
La muestra sobre los refugiados se remonta al siglo XX en el que la Segunda Guerra Mundial dejó entre diez y trece millones de personas en esa situación. «Desde el inicio, invita a detenerse en cada uno de estos momentos. Propone poner rostro a historias que no dejan a nadie indiferente. Las historias de aquellas personas que se han visto obligadas a huir para salvar su vida, ya sea hace 70 años o en la actualidad», explican desde ACNUR.
ACNUR, que se creó precisamente a raíz de las secuelas de la Segunda Guerra Mundial, se ha dedicado desde entonces a proteger a las personas forzadas a huir. Especialmente aquellas que se encuentran atrapadas en situaciones de exilio prolongado. Las que no pueden regresar a sus hogares de forma segura. Tampoco pueden reconstruir sus vidas en los lugares a los que han huido. A través de imágenes, testimonios y objetos de la exposición se podrán conocer historias de vidas rotas, huida e incertidumbre. Pero también de esperanza y oportunidades renovadas, valentía y resiliencia. Asimismo, nos acercará la mirada a campos de población refugiada como el de Moria, en la isla de Lesbos, Grecia, o Palestina o el Sáhara.
La muestra sobre los refugiados también puede recorrerse de modo virtual en este enlace.