Ángel Zamarriego
Un estudio revela que casi la mitad de los pacientes con melanoma metastásico tratados con inmunoterapia sobreviven sin cáncer 10 años después,
La inmunoterapia, un enfoque que estimula el sistema inmunitario para combatir el cáncer, ha conseguido resultados impresionantes en la supervivencia de pacientes con melanoma metastásico. Según un estudio presentado en el Congreso de la Sociedad Europea de Oncología Médica en Barcelona, casi la mitad de los pacientes tratados con inhibidores de puntos de control inmunitario han sobrevivido sin rastro de la enfermedad durante 10 años. Este avance marca un antes y un después en la lucha contra uno de los cánceres de piel más agresivos.
Este hallazgo, publicado simultáneamente en la revista New England Journal of Medicine, destaca el impacto duradero de la inmunoterapia en la evolución del melanoma metastásico, un tipo de cáncer que antes tenía una esperanza de vida de apenas seis meses. Jedd Wolchock, oncólogo del NewYork-Presbyterian/Weill Cornell Medical Center y autor del estudio, explica que “la mediana de supervivencia para esta población es ahora de más de seis años, y quienes están libres de progresión a los tres años tienen una alta probabilidad de seguir sin cáncer a los 10 años”.
Además del melanoma, la inmunoterapia está transformando el pronóstico de otros tumores, como el cáncer de mama triple negativo y el cáncer de vejiga con invasión muscular. Un estudio reciente mostró que en cáncer de mama triple negativo, la combinación de inmunoterapia y quimioterapia en fases iniciales mejora significativamente la supervivencia a cinco años. Javier Cortés, director del International Breast Cancer Center de Barcelona, afirma que “la inmunoterapia ayuda a curar a más pacientes”.
Sin embargo, los expertos llaman a la prudencia. Aunque la inmunoterapia ha revolucionado el tratamiento oncológico, solo un 25%-30% de los pacientes responden a estos tratamientos, y aún queda mucho por investigar sobre su eficacia en ciertos tumores y pacientes. A pesar de esto, el optimismo es claro: “A la inmunoterapia le queda mucho recorrido”, asegura Ángela Lamarca, oncóloga de la Fundación Jiménez Díaz y portavoz de ESMO