Ángel Zamarriego
El Centro Europeo para el Control y la Prevención de Enfermedades ha confirmado la circulación del virus Oropouche en Europa, con 19 casos detectados, de los cuales doce corresponden a España.
El Centro Europeo para el Control y la Prevención de Enfermedades (ECDC) ha lanzado una alerta sanitaria tras la detección de 19 casos del virus Oropouche en Europa, con España acumulando la mayor cantidad de afectados, con un total de doce casos. Otros cinco casos han sido registrados en Italia y dos en Alemania. La mayoría de los infectados viajaron a Cuba, donde actualmente se enfrenta a un brote activo de la enfermedad, así como a Brasil.
Desde enero de 2024, más de 8.000 casos de fiebre de Oropouche se han notificado en América del Sur, América Central y el Caribe, siendo Brasil uno de los países más afectados con más de 7.000 casos confirmados. En Europa, los casos se notificaron entre junio y julio, y todos ellos son importados, lo que significa que las personas se contagiaron fuera del continente europeo.
El virus Oropouche, una zoonosis que se transmite por la picadura de mosquitos infectados, como el Culicoides paraensis, causa síntomas similares a otras infecciones transmitidas por mosquitos, como fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares y articulares, náuseas y vómitos. Aunque los casos graves son raros y no existen vacunas o tratamientos específicos, la prevención se basa en evitar las picaduras de mosquitos.
Lo que más preocupa a las autoridades sanitarias es el potencial impacto del virus en mujeres embarazadas, ya que la infección durante el embarazo se ha relacionado con malformaciones en el feto, como la microcefalia, similar a lo observado en casos de zika. Brasil ya ha reportado casos de microcefalia en recién nacidos y una muerte fetal asociada al virus Oropouche.
A pesar de la alarma, el ECDC considera que el riesgo de transmisión local en Europa es muy bajo, debido a la ausencia del mosquito vector en el continente. Sin embargo, se insta a quienes viajen a áreas con brotes activos, especialmente en el norte de Brasil y la región amazónica, a tomar precauciones adicionales.
La prevención sigue siendo clave, y las autoridades recomiendan el uso de repelentes, ropa protectora y mosquiteras tratadas con insecticidas para reducir el riesgo de picaduras, especialmente en zonas con brotes activos del virus.