El informe “Estado Mundial de la Infancia 2024″ habla del cambio demográfico y los avances tecnológicos que transformarán la vida de millones de niños, niñas y adolescentes en las próximas décadas.
Ángel Zamarriego
El Estado Mundial de la Infancia 2024: el futuro de la infancia en un mundo cambiante, publicado por UNICEF en el Día Mundial de la Infancia, alerta sobre los graves retos que enfrentarán las generaciones más jóvenes si no se toman medidas urgentes. Según el informe, para la década de 2050-2059, el número de niños expuestos a olas de calor extremas será ocho veces mayor que en la década de 2000. También se triplicará la exposición a inundaciones fluviales extremas y casi se duplicará la incidencia de incendios forestales.
“La infancia es la población más vulnerable ante catástrofes como las recientes inundaciones en España. Garantizar su bienestar físico y emocional debe ser una prioridad,” señaló Gustavo Suárez-Pertierra, presidente de UNICEF España.
Impactos de las “megatendencias”
El informe identifica tres grandes fuerzas globales: la crisis climática, el cambio demográfico y los avances tecnológicos, como los principales factores que modelarán el futuro:
- Crisis climática: Además del aumento de desastres naturales, los riesgos para los niños dependerán de su acceso a refugios climáticos, atención sanitaria y agua potable.
- Cambio demográfico: En 2050, África subsahariana y el sur de Asia albergarán a la mayor población infantil, mientras que regiones como Europa Occidental enfrentarán un envejecimiento poblacional que afectará la inversión en infancia.
- Avances tecnológicos: Aunque la inteligencia artificial y otras tecnologías presentan oportunidades, la brecha digital sigue siendo un desafío. Solo el 26% de la población en países de renta baja tiene acceso a internet.
Medidas urgentes para un futuro sostenible
UNICEF destaca la necesidad de políticas y acciones enfocadas en:
- Inversiones en ciudades y servicios resilientes al clima.
- Infraestructuras y sistemas sociales que protejan a los más vulnerables.
- Conectividad digital inclusiva y un diseño tecnológico seguro para los niños.
El informe concluye que, con una mayor inversión en educación, salud pública y sostenibilidad, los resultados para la infancia podrían mejorar significativamente.
“Las decisiones de hoy definirán el futuro de la infancia. Este Día Mundial de la Infancia es un recordatorio de nuestra responsabilidad para garantizar que todos los niños crezcan en un mundo seguro, justo y sostenible,” subrayó Suárez-Pertierra.