El tecnoestrés generado por la IA preocupa cada vez más a empleados y expertos debido al aumento de cargas y el temor al reemplazo.
Ángel Zamarriego
Con motivo de la Semana de Concientización sobre el Estrés, la consultora Evoluziona ha publicado un informe que analiza el impacto de la Inteligencia Artificial en el entorno laboral y su influencia en el aumento del estrés entre los trabajadores. La investigación, que coincide con el Día Mundial del Estrés, destaca la “presión sin precedentes” a la que se enfrentan muchos empleados ante la necesidad de adaptarse rápidamente a las nuevas tecnologías y el temor a ser reemplazados por la automatización.
Según el informe, que revisa estudios de entidades como la Asociación Americana de Psicología y el World Economic Forum, la IA está generando lo que los expertos denominan “tecnoestrés”, que describe la ansiedad y el desgaste mental causados por la tecnología. En este sentido, el miedo a la pérdida de empleo se ha identificado como uno de los principales factores de este fenómeno. El consejero delegado de Evoluziona, Luis Arimany, advierte: “El tecnoestrés está amplificando problemas de sobrecarga, incertidumbre y despersonalización. Los trabajadores de sectores altamente digitalizados están experimentando niveles de ansiedad y depresión por la rapidez de los cambios y la competencia que estos implican”.
Tipos de tecnoestrés:
El informe de Evoluziona clasifica 11 tipos de tecnoestrés, como el tecnoestrés adaptativo, derivado de la dificultad para aprender a usar tecnologías avanzadas, y el tecnoestrés por exclusión, provocado por la pérdida de contacto humano debido al uso de herramientas de comunicación automatizada. El “tecnoestrés por IA”, uno de los tipos emergentes, se asocia a la presión por mantenerse actualizado para evitar ser reemplazado.
Entre los 11 tipos de tecnoestrés descritos en el informe, destacan:
- Tecnoestrés por Sobrecarga: provocado por la necesidad de gestionar múltiples herramientas digitales, generando agotamiento.
- Tecnoestrés por Rendimiento: vinculado a la obligación de mejorar continuamente las competencias digitales.
- Tecnoestrés por Inseguridad: el miedo a la vulneración de la privacidad y la seguridad digital de los datos personales.
- Tecnoestrés por Despersonalización: derivado de la reducción de la interacción humana en entornos digitalizados.
Además, un estudio de la Organización Internacional del Trabajo confirma que los trabajadores que deben aprender constantemente nuevas habilidades tecnológicas experimentan niveles de estrés elevados debido a la necesidad de adaptación continua.
Soluciones propuestas: desconexión digital y resiliencia
El informe destaca estrategias para mitigar el impacto del tecnoestrés, como la promoción de la resiliencia digital para que los empleados aprendan a gestionar su tiempo en entornos digitalizados y técnicas de desconexión digital para reducir la sobrecarga sensorial. Otras recomendaciones incluyen implementar prácticas de mindfulness para favorecer la concentración, la organización de interacciones cara a cara en el entorno laboral y promover políticas que permitan tiempos de descanso sin interrupciones tecnológicas.
“Es fundamental que las empresas tomen conciencia del papel que juegan en la salud mental de sus empleados, ajustando el uso de tecnologías disruptivas como la IA y promoviendo un ambiente de trabajo equilibrado”, concluye Arimany.