Hubo una época dorada en la que los programas de televisión en España lideraban con audiencias masivas y seguras, donde no había duda de quién reinaba en el prime time y donde había claridad y contundencia en las propuestas. Pero esos tiempos quedaron atrás. Hoy, Telecinco se encuentra perdido en un mar de hormigas, tratando de replicar éxitos ajenos y buscando desesperadamente recuperar el brillo de antaño. Entre fichajes, copias y formatos reciclados, ¿podrá encontrar su camino de vuelta al trono de la televisión?
Judith Victoria Cherquis
Hubo un tiempo maravilloso en el que la televisión era más simple. Los programas que pegaban en la audiencia lo hacían con fuerza, y los audiómetros marcaban un glorioso 30, 40, o hasta 50 por ciento de share. ¡Ah, qué tiempos aquellos en los que todos éramos felices! ¿Por qué? Porque sabíamos donde estábamos parados. Porque la televisión lineal era monopólica; y en esa televisión se apostaba por cosas nuevas. Se hacía una ficción de calidad y no había multiplataformas. Lo sabíamos nosotros, los espectadores, y lo sabían, sobre todo, los ejecutivos de las cadenas.
Médico de Familia (Telecinco) marcaba un sólido 48% de share; 1,2,3 Responda Otra Vez (TVE) llegaba cómodamente al 60%, habiendo alcanzado el 68% en sus mejores noches; Gran Hermano (varias cadenas) irrumpió con un asombroso 70,8%; y Hostal Royal Manzanares (TVE) rondaba el 50% en cada emisión. Ni hablar de OT (TVE), que en su primera edición logró que 12 millones de espectadores, es decir, el 68% del país, se unieran en un único coro de “A tu lado me siento seguro” allá por 2001.
Pero claro, pasaron más de 20 -y de 30 años- desde aquellos días de gloria y la audiencia es, ahora, ESA GRAN DESCONOCIDA.
Telecinco, que antes era líder absoluto, ahora está más perdido que Tarzán en el Día de la Madre. Tira redes y no pescando ni un pez.
Hoy, la audiencia es como un hormiguero recién pisado (con perdón), donde todas las hormigas se dispersan y uno pierde el rastro de hacia dónde van. Mirando los números de esta semana que acaba hoy, un despistado podría afirmar:
En España, el público es fiel a sus ídolos
Claro, esta aseveración corresponde al hecho que el prime time se lo lleva Pablo Motos y el Hormiguero… ¡en reposiciones! -ya que la temporada aún no comenzó-.
No hay nada como repetir el mismo chiste (o invitado) por milésima vez para mantener a la audiencia fiel, como si estuviéramos todos atrapados en el Día de la Marmota. La temporada del programa de Motos aún no comenzó y las audiencias de esta semana (en realidad, de prácticamente todo el verano, quitando los momentos deportivos top entre la Eurocopa y los Juegos Olímpicos de París 2024) han sido para las repeticiones del programa de Antena 3. Ni siquiera en la primera noche de Babylon Show (del cual ya hablamos), El Hormiguero dejó de liderar la franja del Prime Time. Era una novedad contra un programa repetido. Ganó el repetido. La audiencia es fiel a sus ídolos, comprobado.
Entonces, si la audiencia es fiel a sus ídolos, ¡busquemos a los ídolos para ganar la audiencia!
Y así es como Telecinco ficha a Carlos Latre, uno de los ídolos de Antena 3, la cara visible de dos de los programas más exitosos de la cadena de Atresmedia: El Hormiguero (cuarta o sexta vez que lo nombramos en este texto) y Tu Cara Me Suena, líder indiscutible de los viernes a la noche durante los últimos 10 años.
¿Entonces?
Tal vez lo que hay que hacer es copiar. Perfecto, copiemos. Pepsi lo hizo con Coca-Cola; nosotros no vamos a ser menos. Y así sale de la parrilla de Telecinco Dinastías, un nombre que, además, evoca a un culebrón de los años 80 tan exitoso que igual se pega algo de ese rating.
¿Y a quién copiamos? A Lazos de Sangre, de TVE, por supuesto. Pero aquí viene lo divertido: Lazos, originalmente conducido por Inés Ballester en 2018, luego por Boris Izaguirre de 2019 a 2022, y finalmente por Jordi González hasta su última emisión en 2024, no ha medido bien en la última temporada. Había empezado con un respetable 13,3% en 2018-19, pero fue bajando hasta que la última temporada recién acabada terminó con un pobre 7,3%. Lo que comenzó hablando de sagas familiares terminó siendo un monográfico de personajes populares.
Y en este contexto, Telecinco anuncia la llegada de Dinastías, con el gran profesional Joaquín Prat al mando. Hace unos 10 días se detalló cómo sería el nuevo programa, y su primera entrega que fue el sábado 24 de agosto a las 22h, giró en torno a los Ruiz-Mateos (garantía de detalles escandalosos, por definición, bah!). La próxima entrega será sobre la Duquesa de Alba “en el décimo aniversario de su muerte” (que será el próximo noviembre).
“Dinastías” es producido -no os lo perdáis- por la misma productora de Lazos de Sangre:, Tesseo Producciones. Es decir, parece que Mediaset ha decidido apostar por Lazos de Sangre (sin el documental del principio de la emisión de TVE que brillaba por su buena producción, archivo, información y testimonios), y ver cómo funcionaría en Telecinco (con una pizca más de escándalo y “escabrocismo”… la cabra sigue tirando al monte). Todo ello, tras cerrar temporada en La 1 con su futuro en el aire, como dejó caer el propio presentador Jordi González. Veremos si acaba con un cambio de cadena del formato.
Claro, no es copia, es apropiación
Bueno, es parte de un juego justo y legal. Sólo que si te vas a apropiar de algo, hazlo de algo que lo esté petando en alguna cadena del país, ¿no?
Para rematar esta nota, hay que decir que Dinastías en su primera emisión logró… lo que era de esperar:
- Antena 3: ATRAPA UN MILLÓN: 8,7%
- TVE: INFORME SEMANAL: 8%
- TVE: CICLO COMEDIAS ROMÁNTICAS: LARRY CROWNE, NUNCA ES TARDE: 7,7%
- Telecinco: DINASTÍAS: FAMILIA RUIZ-MATEOS: 6,9%
- Cuatro: EL BLOCKBUSTER: EL MITO DE BOURNE: 6,4%
- Cuatro: FIRST DATES: 5,7%
Veamos cartas le quedan a Telecinco:
La del escándalo fue la primera que descartó, la de la copia o apropiación, vamos viendo. Le queda el talent show (con estructuras mega-repetidas y ya cansinas), el reality (vuelve GH y lo hace con cierta expectación) y … queda la de la nostalgia. Cierto: en breve regresa CQC y El Rival más Débil. Ya veremos si con esa, dan el golpe.
Lo que tenemos por ahora es una triste certeza: el público es reticente a sintonizar Telecinco. Ni con Franganillo, ni con Ion Aramendi, ni con Latre. Tal vez lo que haya que cambiar sea la cúpula y no a las estrellas.
