Ángel Zamarriego
Personas con ELA crean modelos tridimensionales de las ciudades, evaluando su accesibilidad y promoviendo la inclusión social desde sus sillas de ruedas
En un esfuerzo por redefinir la accesibilidad urbana y mostrar las capacidades adaptativas de personas con Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), el proyecto MIZURA ha puesto en marcha una innovadora iniciativa. Equipados con sensores LiDAR (Light Detection And Ranging), ciudadanos con ELA recolectan datos tridimensionales para reconstruir en 3D las calles de sus ciudades.
El proyecto, que ha sido bautizado con el nombre de un personaje manga japonés conocido por su solidaridad con la comunidad, cuenta con la financiación de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT) y la participación del CSIC y la Asociación Española de ELA (adELA). MIZURA busca cambiar la percepción estereotipada de los ciudadanos con funcionalidad diversa, demostrando que sus experiencias y perspectivas únicas pueden generar soluciones valiosas para la sociedad.
El investigador principal, Dabiz Riaño, quien también tiene ELA, destaca la ventaja de utilizar sillas de ruedas eléctricas para capturar datos en lugares donde otros métodos, como los coches de Street View de Google o los drones, no pueden llegar. “Nuestra silla de ruedas es una plataforma muy estable para adquirir datos LiDAR de calidad”, explica Riaño. Además, señala que este es solo el comienzo: “La idea es añadir otros sensores para medir, por ejemplo, los niveles de polen. Vamos a cambiar el mundo y lo vamos a ver”.
Tras las primeras pruebas en Sajazarra (La Rioja), el proyecto MIZURA continúa su expansión y se prepara para captar más datos que ayuden a evaluar y mejorar la accesibilidad urbana. Además, el proyecto tiene como objetivo demostrar que las personas con ELA no solo pueden contribuir a la sociedad, sino que sus habilidades adaptativas son cruciales para abordar y resolver problemas científicos complejos que benefician a toda la humanidad.
MIZURA ha contado con la colaboración de un equipo diverso que incluye al investigador japonés Akira Kato, el técnico de hardware jubilado Luis M. Riaño, el taxista senegalés Serigne M. Ndiaye, el artista con diversidad funcional intelectual Raúl Aguirre, y el estudiante de física y jugador de baloncesto Darío López. Todos ellos, junto con un estudiante repetidor de 2º de la ESO, han unido fuerzas bajo la convicción de que la diversidad es esencial para encontrar soluciones simples y universales a problemas complejos.
En palabras de Riaño: “Todos somos uno”, subrayando la importancia de la colaboración y la inclusión en la ciencia y la tecnología para construir un futuro mejor para todos.