Un talent show que olvida su esencia para virar hacia el trillado show de celebridades-que-compiten. Un equipo de lujo opacado por un contenido desenfocado.
Judith Victoria Cherquis
‘Maestros de la Costura Celebrity’ tiene un equipo impecable:
- Lorenzo Caprile. Un faro de la moda española. Uno de los diseñadores más reconocidos y talentosos del mundo de la moda, especializado en alta costura y trajes de novia. Con casi 40 años de carrera ha vestido a celebridades y miembros de la realeza, incluyendo a la reina Letizia.
- Alejandro Gómez Palomo, "Palomo Spain". Cada vez más suelto frente a las cámaras, el cordobés ha revolucionado la moda con su enfoque fluido y vanguardista. Fundador de su propia firma, ha llevado sus creaciones a pasarelas internacionales y ha vestido a celebridades como Harry Styles y Rosalía.
- María Escoté. Una creadora atómica. Diseñadora catalana reconocida por su estilo vibrante, audaz y urbano. Con una carrera destacada en pasarelas internacionales y colaboraciones con grandes marcas, Escoté se ha convertido en una referente del diseño contemporáneo y un ejemplo de cómo unir arte, moda y personalidad en cada creación.
Y todo bajo la conducción de Raquel Sánchez Silva. Tan sólida en la pasarela como frente a las cámaras. Talante y buena capacidad de comunicacion, dirige el programa con soltura, gracia y carisma.
¿para qué sirve este gran equipo si los concursantes apenas pueden llamarse aprendices de costura?
De talent show a reality de famosos
Lo que no va es que sea Celebrity. Ya hablamos de ello cuando se presentó oficialmente a la prensa en octubre pasado. En sus ediciones anteriores, el programa contaba con aspirantes anónimos que querían ser estrellas (o algo así) de la moda. Llegaban con cierto conocimiento de la profesión como para pasar el casting, y eso hacía que para el espectador se tratara de un talent show de costura. El primero en España, de hecho.
Ahora, con celebrities entre los aspirantes, el programa se convierte en un auténtico cambalache. No es cuestión saber o no coser, ni de aprender o no a coser —ni falta que hace, porque las carreras de los aspirantes están consolidadas- sino de una propuesta forzada que desvirtúa el formato. Es un movimiento muy Telecinco: todo por la audiencia entre gente que en algunos casos ni pincha ni corta -literalmente-. Lo que queda es un espectáculo de convivencia, egos y brilli-brilli. Un ‘Gran Hermano’ con alfileres, lejos del talent show que fue cuando era lo que tenía que ser.
¿Para qué sirve que estén Caprile, Palomo y Escoté si los aspirantes, salvo un par de excepciones, podrían estar participando aquí o en un talent para ser camarero, jugador de ping-pong o bailarín de sardana?. En la mayoría de los casos, su único vínculo con la costura es que llevan puesta la ropa.
Hay algo de falta de respeto a estos tres maestros de la costura en lo de tener que ver cómo los concursantes (insistimos: grandes consagrados en sus respectivas carreras) no saben ni coger el hilo, enhebrar la aguja o poner una cremallera del derecho. O hacen una blusa por donde no pasan los brazos porque tiene cerradas las mangas.
¿Y las audiencias qué dicen?
El estreno del domingo 9 de febrero de 2025 de Maestros de la costura celebrity obtuvo un 10,5 % de cuota, con 1.032.000 espectadores, una cifra que se situó por debajo de las dos películas que precedieron al programa. Cine de alta costura: El diablo viste de Prada alcanzó 1.183.000 espectadores y un 12,2 % de cuota, mientras que Cine de alta costura 2: 27 vestidos logró 1.037.000 espectadores y un 11 %.
El jueves 13, en su segunda emisión y ya en su horario habitual (de 23:03 a 1:48 horas), el talent show de La 1 subió hasta un 10,8 % de cuota, con 755.000 espectadores. Aunque experimentó una subida de tres décimas en relación a su estreno, también sufrió una caída de casi 300.000 televidentes debido a su inicio más tarde.
Como tanto se bromeó en el segundo programa: ni coser ni cantar