Diego Delgado
Varias organizaciones ecologistas de la Comunidad de Madrid denuncian que a pesar de que los presupuestos y efectivos hayan aumentado por parte del gobierno regional, la prevención de incendios continua ineficiente
Los incendios forestales han vuelto a azotar la Comunidad de Madrid. Un siniestro en el municipio de Loeches a finales de julio y otros dos en de El Molar a principios de este mes han augurado desgraciadamente la temporada de candelas medioambientales. Organizaciones ecologistas han alzado la voz y han exigido que se tomen medidas efectivas para abordar las causas de estos siniestros, en lugar de centrarse únicamente en combatirlos una vez que ya han ocurrido.
Las organizaciones ecologistas ARBA, la Asociación Ecologista del Jarama El Soto, Ecologistas en Acción, GRAMA, Jarama Vivo y Liberum Natura han criticado que la falta de vigilancia y la ineficacia en la aplicación de medidas preventivas están contribuyendo a la proliferación de incendios. Han señalado que la mayor parte de estos fuegos son provocados por imprudencias, actos vandálicos y uso de maquinaria agrícola sin las debidas precauciones, entre otros motivos.
Todo ello ocurre a pesar de que la Comunidad de Madrid haya incrementado su presupuesto en un 5,3% este 2024 para la lucha contra incendios forestales. 47 millones de euros destinados y la superficie quemada sigue en aumento. En lo que va del año, más de 1.200 hectáreas han ardido, una cifra que se acerca peligrosamente a las 1.326 hectáreas afectadas en todo el año 2020.
Tres incendios devastadores provocados por la falta de concienciación
En lo que llevamos de verano, destacan dos zonas especialmente afectadas. Primero el de Loeches que calcinó 720 hectáreas debido al uso imprudente de una cosechadora. Y después otro dos en El Molar, provocados por un camión en llamas y el uso de una radial, respectivamente. Las organizaciones consideran que muchos de estos incendios podrían haberse evitado si se hubieran aplicado estrictamente las medidas recogidas en el Plan Especial de Protección Civil de Emergencia por Incendios Forestales (INFOMA). Concretamente, aquellas que prohíben el uso de cualquier instrumento, vehículo o aparato que pueda generar chispas.
Las críticas también se dirigen a la falta de campañas de concienciación y a la insuficiente vigilancia en zonas de alto riesgo. Las organizaciones ecologistas instan a reactivar las campañas educativas y a implementar restricciones temporales en actividades de peligro durante los meses de verano.
Por ello, piden que se desarrolle un mecanismo disciplinario efectivo que sancione las negligencias y actos de este tipo. Consideran a su vez que la “libertad” promovida por el gobierno regional encabezado por Ayuso debe ir acompañada de responsabilidad y conciencia. Una conciencia que proteja el patrimonio natural, las vidas y los bienes en la Comunidad de Madrid.
