A Victor Madera ya no le bastan las cenas en el restaurante Sazón
Rosa Costa
Víctor Madera, empresario controvertido en el ámbito de la sanidad, ha sido duramente criticado en los últimos años por su papel en la privatización del sistema sanitario en España. Madera se ha especializado en un modelo de negocio basado adquirir hospitales privados que también presten servicios al sistema público. Y eso ha generado un debate, con sectores que le acusan de priorizar sus ganancias económicas sobre el bienestar de los pacientes.
En los últimos años, en paralelo a esa actividad sanitaria, Víctor Madera ha diversificado sus inversiones hacia el sector inmobiliario de lujo, comprando palacios y propiedades emblemáticas en España, lo que ha sido percibido por la izquierda política como un indicio de que su interés en la sanidad tiene más que ver con fines financieros que con un verdadero compromiso por mejorar el sistema de salud.
Una de sus mayores opositoras ha sido Mónica García, actual ministra de Sanidad y ex diputada de Más Madrid. Desde la Asamblea madrileña, García criticó con dureza el modelo de privatización sanitaria promovido por el Partido Popular y, particularmente, la influencia de empresas como Quirónsalud, el mayor grupo hospitalario privado de nuestro país. García denunciaba la externalización de los servicios sanitarios hacia grupos privados como una “privatización encubierta”, argumentando que favorece a empresas como Quirónsalud, en detrimento de la calidad y accesibilidad de la sanidad pública.
Mónica García ha sido una de las principales figuras de la “Marea Blanca”, el movimiento social en defensa de la sanidad pública que se manifiesta en las calles, desde hace años, contra la privatización de hospitales y centros de salud. Desde que está al frente de la cartera de Sanidad, como ministra, ha intensificado las tensiones con Quirónsalud, cuestionando su éxito en la gestión de los hospitales públicos y promoviendo modificaciones legislativas para limitar la colaboración entre los sectores público y privado en el ámbito sanitario.
A pesar de la postura oficial del Gobierno de querer frenar la privatización, en junio de este año el Ministerio de Defensa concedió el Hospital Militar de Chamberí a Quirónsalud. Esta concesión contradictoria le ha generado al Ejecutivo una lluvia de críticas desde diversos sectores, además de agudizar las tensiones entre las administraciones regionales y nacionales. Y uno de los principales afectados ha sido el grupo Quirónsalud. Además, la compañía ha estado en el centro de varias investigaciones fiscales y escándalos de corrupción que han empañado su reputación y que, incluso, han rodeado al presidente de Quirón Prevención, Fernando Camino. Otras investigaciones han revelado posibles irregularidades fiscales y lazos de Quirónsalud con la actual pareja de la presidenta de la Comunidad de Madrid.
En medio de esta tormenta se encuentran Víctor Madera y su consejero, Javier Curtichs. Aunque Madera ha sabido cultivar relaciones estrechas con el Partido Popular a lo largo de su carrera, en los últimos años, con la asesoría de Curtichs, también ha tratado de tejer alianzas con figuras clave del PSOE. De todos modos, el hecho de que el Ministerio de Sanidad esté ahora en manos de Mónica García ha complicado enormemente sus operaciones.
En su día, Víctor Madera solía resolver muchos de sus problemas en cenas, celebradas habitualmente en el restaurante madrileño Sazón, en la calle Marqués de Viana. Ahora, se enfrenta a un panorama mucho más adverso. Seguiremos informando.