Javier Milei es un presidente prensafóbico. Los ataques del presidente argentino a los medios de comunicación deterioran día a día la libertad de prensa en el país.
Judith Victoria Cherquis
Desde su llegada a la presidencia en diciembre de 2023, Javier Milei ha mantenido una relación tirante y conflictiva con la prensa argentina. En reiteradas ocasiones, el presidente ha utilizado su influencia y poder para descalificar e insultar a periodistas. Milei los descalifica acusándoles de “mentirosos”, “imbéciles” y “corruptos”. Estas actitudes han generado alarma entre los trabajadores de los medios y diversas organizaciones. Éstas denuncian un deterioro acelerado de la libertad de expresión en el país.
El líder libertario no solo arremete verbalmente contra periodistas. Ha implementado medidas que limitan el acceso a la información pública, lo que pone en jaque la transparencia y el debate democrático.
La democracia sin prensa, no es democracia
El Foro de Periodismo Argentino (FOPEA) ha informado que, en los primeros 100 días de su gobierno, cuatro de cada diez ataques contra la prensa han provenido de Milei y su gabinete. Esto subraya la gravedad de la situación. Paula Moreno Román, presidenta de FOPEA, afirmó a France24 que estos ataques “perturban el debate democrático” y que la libertad de expresión se encuentra en franco retroceso. Esta tensión es preocupante, especialmente cuando se observa en combinación con las nuevas medidas adoptadas por el gobierno.
Uno de los ejemplos más alarmantes de estas políticas es la reciente promulgación de un decreto que restringe el acceso a la información pública. Este decreto modifica la Ley de Acceso a la Información, ampliando las excepciones que limitan la obtención de datos y redefiniendo términos clave, lo que, según FOPEA, “oscurece la gestión pública” y “desalienta la participación ciudadana en los asuntos del Estado”.
El periodismo como blanco de la ira desmedida
Además, entidades como la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (Adepa) han manifestado su preocupación por el impacto de las declaraciones del presidente. Adepa alerta que más de 50 periodistas han sufrido agresiones verbales y estigmatizaciones infundadas desde la asunción de Milei, incluyendo figuras tanto de medios progresistas como conservadores. La organización también ha señalado la asimetría de poder entre un presidente y un periodista, indicando que esta dinámica de confrontación es “extraordinariamente desigual”.
La libertad de prensa en Argentina parece estar en peligro bajo el mandato de Milei. Este clima de hostilidad y desconfianza hacia el periodismo crítico, junto con la implementación de normativas restrictivas, no solo afecta a los medios, sino que pone en riesgo la calidad del debate democrático y la participación ciudadana.
