La primera edición de Maestros de la Costura Celebrity cambia las reglas del juego. ¿Es aún un concurso de costura o solo otro show de famosos?
Judith Victoria Cherquis
TVE ha dado a conocer los 12 famosos que competirán en la primera edición de Maestros de la Costura Celebrity. Aunque el formato ha funcionado con concursantes anónimos hasta ahora en cinco temporadas precedentes, esta versión VIP plantea algunas preguntas. ¿Sigue siendo un concurso de costura o es un escaparate para que las celebridades se muestren “haciendo como que compiten“?
Un cambio en la filosofía del show
Hasta la fecha, Maestros de la Costura ha sido un trampolín para personas comunes con talento y sueños en el mundo de la moda. Sin embargo, en esta sexta temporada, el formato cambia completamente de filosofía y se hará con famosos y famosetes.
Esto no es un detalle menor, ya que deja de ser un espacio de aprendizaje o plataforma de lanzamiento para desconocidos, y pasa a ser un espectáculo más cercano al extinto Sálvame.
La idea es que, junto a los famosos, entren a participar sus egos, rivalidades, necesidad de atención y falta de otros proyectos profesionales más cercanos a sus talentos clásicos. Entonces, se pongan a coser.
Desde Gran Hermano hasta El Cazador, la tentación de incluir famosos en concursos ha sido demasiado fuerte como para resistirse. El resultado es evidente: más que competir, los famosos utilizan estos programas como vitrinas para mantenerse en el foco mediático y la cadena (que siendo RTVE podría permitirse, tal vez, seguir apostando por el concursante anónimo) ganar un poco más de rating. Si acaso.
Los concursantes de esta edición
Entre los rostros conocidos de esta primera edición VIP encontramos a la actriz Mónica Cruz, la comunicadora Pilar Rubio, el actor y director Eduardo Casanova, la cantante Silvia Superstar, los actores Edu Soto y María Esteve, y la vedette y show-woman La Terremoto de Alcorcón.
También han confirmado el torero y modelo Óscar Higares, la cantante Rosa López, la modelo Laura Sánchez, la drag queen Carmen Farala y el actor Canco Rodríguez.
Algunos de ellos, ya han estado en otros concursos como MasterChef Celebrity o Tu Cara me Suena (concurso donde ser famoso es condición para ser parte, como Mask Singer), lo que deja claro que la participación de famosos “de profesión concursantes” está en auge.
Famosos “compitiendo” y el premio
Otro aspecto a destacar es el premio. En un concurso que ya no es un verdadero desafío, el premio pierde parte de su sentido y la competición, también. Salvo para mantenerse más tiempo en el aire y así mejorar el caché (cosa que dejó claro Tamara -la cantante- en su paso por Master Chef Celebrity cuando iba a ser expulsada en el primer programa).
En estos formatos VIP, los famosos tienen su caché y por tanto, el premio se dona a causas benéficas, pero, tal y como se ha visto en MasterChef Celebrity, algunos concursantes no siempre ven con buenos ojos este tipo de restricciones. Eso es un detalle, es verdad.
Hay anónimos que han labrado una trayectoria como “de profesion concursante“. Son quienes que van de un concurso a otro, en general con resultados fantásticos porque se trata de personas no solo preparadas, sino que se han tomado los concursos de televisión como una “oposición” (así lo comentaba una de las grandes ganadoras de Pasapalabra, la arquitecta cántabra María Paz Herrera , ahora cazadora de El Cazador. Una genia).
Estos concursantes siguen las reglas, trabajan en ello, creen en el show, se preparan y entonces, sucede la magia. Luego, esas opciones de salir del anonimato y “perseguir un sueño” quedan mermadas cuando los concursos echan mano de famosos y famosetes para ¿asegurar rating?.
¿Dónde queda el espacio para los anónimos, o son solo ratones de laboratorio?
Pocos concursos se han salvado de la tentación de meter famosos “haciendo como que compiten” y así mostrar sus miserias, sus egos y sus ávidas pretensiones.
Desde Gran Hermano hasta El Cazador lo shows de concursos han desvirtuado su intención original. Los anónimos, está visto, son los ratones de laboratorio de formatos de concursos y realities televisión (salvo en Saber y Ganar o Cifras y Letras. Al menos hasta ahora).
Se experimentan con los desconocidos en las primeras versiones de los programas hasta que, cuando el público conoce la mecánica del espectáculo, ¡Hala!, se sustituyen por famosos.
Otro elemento es el premio. En un concurso que no es tal, el premio no puede ser para el concursante y hay que donarlo (cosa que algunos concursantes VIP no han visto con buenos ojos en alguna de las ediciones de Master Chef Celebrity).
¿Es realmente necesario acudir a rostros conocidos para garantizar la audiencia? ¿No hay suficientes personas anónimas con talento y ganas de aprender que puedan participar? Es difícil de creer que la falta de interés del público por los concursos sea la razón detrás de este cambio. Tal vez se trate más de una búsqueda rápida de atención mediática que, inevitablemente, desvirtúa el objetivo de los programas de concurso y copian la idea de otros. El primer concurso que pasó de anónimo a meter celebridades, tal vez fue una gran idea. El resto, fotocopia.
Por suerte nos quedan Caprile, Escoté, Palomo y Raquel
Como siempre, el jurado compuesto por Lorenzo Caprile, María Escoté y Alejandro G. Palomo no se dejará impresionar fácilmente, y será muy exigente con cada prenda presentada por los famosos. Los jueces son un lujo así como Raquel Sanchez Silva que hace su labor con solidez, cercanía, eficiencia y glamour. El equipo lo hace maravillosamente, vamos.
La primera edición de Maestros de la Costura Celebrity será un ladrillo más en la pared del “cualquiercosismo para tener rating” . Se acabó el concurso de costura. Será solo un escenario más para los famosos.
Mientras los concursantes anónimos se quedan sin esta oportunidad, las celebridades siguen dominando la pantalla con una fórmula que mezcla egos, glamour y un poco de costura.