Diego Delgado
Los expertos recomiendan aumentar la protección solar en verano para evitar afecciones como vitíligo, melasma o rosácea
Con la llegada del verano, la exposición solar aumenta considerablemente y, consiguientemente también el riesgo de problemas dermatológicos. La radiación solar, más directa y prolongada en esta época del año, puede agravar diversas afecciones cutáneas. Expertos de la aseguradora de salud Cigna Healthcare alertan de que esta época del año es especialmente propensa para el desarrollo, especialmente de vitíligo, melasma y rosácea.
La exposición al sol sin la protección adecuada no solo puede causar quemaduras, sino que también puede agravar enfermedades dermatológicas y aumentar el riesgo de cáncer de piel. Para evitar estos efectos, se recomienda evitar el sol en las horas de mayor radiación UV, mantenerse hidratado, buscar sombra siempre que sea posible y utilizar protector solar con un SPF alto.
“El sol nos aporta muchos beneficios, pero los efectos negativos de una exposición prolongada son acumulativos. Aunque las manchas solares están asociadas a múltiples factores, una exposición sin protección adecuada puede provocar estas indeseadas manchas”, explica la Dra. Daniela Silva, especialista en Medicina Interna y E-Health Medical Manager de Cigna Healthcare España.
Vitíligo, melasma y rosácea: las afecciones que empeoran en verano
- Vitíligo: Caracterizado por manchas blancas en la piel, el vitíligo puede intensificarse con la exposición solar. Se recomienda utilizar protector solar con alto SPF y evitar el contacto prolongado con el sol.
- Rosácea: Los rayos UV pueden agravar la rosácea y causar enrojecimiento, inflamación y brotes. Además del cuidado solar, es crucial gestionar el estrés y la dieta.
- Melasma: El melasma provoca manchas oscuras en el rostro, particularmente en mujeres con cambios hormonales. El uso diario de protector solar es crucial para prevenir su empeoramiento.
Sin embargo, estas no son las únicas enfermedades dermatológicas que ven incrementados sus síntomas en verano. El virus del herpes puede verse beneficiado por la radiación solar en tanto que debilita el sistema inmunitario. De la misma forma, la exposición del sol puede empeorar el lupus y causar eritemas malares y otras dolencias anómalas. Por último, hay que tener especial cuidado con la pitiriasis versicolor, afección fúngica que con el calor y la humedad agrava sus síntomas.
Con todo esto, los expertos dermatólogos reiteran una vez más la importancia de la protección solar. Y enfatizan en el cuidado constante y meticuloso del órgano más grande del cuerpo humano.