El esperado retorno de El Hormiguero a la parrilla televisiva fue contundente. Con una audiencia que superó los 2,37 millones de espectadores y un share del 21%, el programa de Pablo Motos se consolidó nuevamente como líder indiscutible del prime time en su estreno de la temporada 19. La presencia de Rafa Nadal como invitado y las nuevas apuestas del programa han marcado un inicio apoteósico
Judith Victoria Cherquis
Toda la carne al asador
Una de las ventajas de ser el puto amo es que uno se puede permitir no mencionar a la competencia. No significa que no se haya tenido en cuenta, que no se haya pensado cómo ganarle o de no levantar una ceja cuando se anunció la llegada de Latre y Broncano al prime time de esta temporada 2024-2025. Significa que se hace como si no existieran ¿por qué?, porque el león no se gira cuando el perro le ladra.
Pablo Motos puede gustar más o menos como presentador y como persona (sus seguidores, como todos los seguidores creen “conocer” a su estrella favorita, pero la personalidad-personal suele estar reservada para los cercanos). Se puede estar más o menos de acuerdo con él en sus declaraciones y comentarios. Pero su programa es poderío en estado puro.
Mientras otros programas de otras cadenas son el desfile de la carroza más bonita del parque temático, con más o menos gente arriba de la misma, tirando o no caramelos al público y con mejor o peor música y luces de colores, El Hormiguero es el Disneylandia completo.
De los datos audiencia ya comentamos en la entradilla de este texto y es todo lo que diremos al respecto. No es un tema de números. Los números son una consecuencia lógica y justa ante el despliegue.
Empecemos por el principio
“Solo asesinatos en el Hormiguero” (emulando a la serie “Solo Asesinatos en el Edificio” de Disney+) es el cortometraje presentación de la temporada 19 y también se estrenó ayer.
En él, caras conocidas todas de primer orden, actúan frente la siguiente sinopsis: Pablo Motos fue asesinado y tres de sus colaboradores deciden investigarlo. Desde Will Smith hasta Malena Alterio -guiñándole el ojo a Aquí no Hay quien Viva, otro exitazo de Antena3-, pasando por los Los Javis, Penélope Cruz, Aitana, Chanel, La Pantoja, Ricardo Darín, Victoria Abril; Los Morancos, etc., participaron del vídeo que comienza con el “último momento” de Vicente Vallés en Antena 3 Noticias, informando de la muerte de Motos.
El corto termina con Motos (spoiler: no había muerto él si no uno de sus clones) diciendo: “no os preocupéis, funcionará. Siempre funciona”. Esa línea es lo que los guionistas llaman en logline, o sea, la esencia del producto en este caso.
Insistimos: todo parte de un buen guion
Empieza el show y para la mayoría de los espectadores, todo mantiene su formato tradicional. Y básicamente es así. Un invitado top (en este caso, Rafa Nadal), las hormigas, las secciones, los juegos, la personalidad de Motos, los colaboradores.
La espectacularidad no es un elemento nuevo, sin embargo en el programa de ayer no escatimaron.
Consiguieron el permiso del Ayuntamiento de Madrid para cortar la calle Alcalá -a la altura del sitio desde donde se emite el programa, metro Suances- y oscurecerla durante 10 minutos. Permiso aéreo y terrestre (no había peatones por razones de seguridad en esa área) y se mandaron un show en el cielo hecho con 350 drones lumínicos y luego, fuegos artificiales, todo ante la atenta mirada de Nadal junto a Motos y equipo técnico desde la terraza del plató.
Novedades
- Pablo Motos después de 20 años, abandonó su icónica camisa blanca por una celeste . ¿este dato es una chorrada? Sí, lo es. Sin embargo -y con una traviesa intención de rizar el rizo y crear contenido hueco- se habla de un mensaje subyacente y cosas así.
- Ingresan al grupo de colaboradores: Plex, Susi Caramelo y Juan Carlos Ortega
- Se ha aumentado el premio de la famosa llamada telefónica a 6.000 euros y se sorteará un apartamento en Torrevieja (a lo Chicho Ibáñez Serrador) valorado en 300.000 euros entre quienes envíen los resguardos de sus entradas al cine. Es decir, entre quienes hayan ido al cine. Es decir: apoyo al cine.
¿Qué más? Nada más en principio.
Rafa Nadal, primer invitado
El programa comenzó con la presencia de Rafa Nadal, quien compartió sus vivencias en los recientes Juegos Olímpicos, y dejó un mensaje claro en su intervención: “Para mí, todas las nuevas temporadas han sido motivo de nervios, salen todas las dudas del comienzo, pero creo que vosotros lo tenéis todo bastante controlado”. La elección de Nadal es muy buena. Se trata de un personaje indiscutido e indiscutible. Querido y admirado por todos aquí y en el resto del mundo. Del tipo de personas que mejoran el mundo -y no con la raqueta, sino con la actitud-. En ese sentido, De la Fuente también lo es.
¿Qué preguntas se le hicieron a Nadal?, nada en especial. Nada que no haya respondido ya. No pasaron por ahí los 21% de share (¡perdón!, cierto que quedamos que no hablaríamos de la audiencia).
La capacidad del programa para atraer a las figuras más destacadas del panorama internacional es una de las marcas de la casa. No hay un cambio al respecto y de hecho, no hay cambios sustanciales a la vista.
No lo necesitan. Han anunciado a algunos de los invitados ya confirmados, como Leo Harlem, Carolina Marín, Lamine Yamal, Joaquín Sánchez y Susana Saborido, Illia Topuria, (los deportistas se llevan la palma como invitados de principio de temporada), etc.
La Potencia de El Hormiguero
El Hormiguero no va a cambiar su esencia, básicamente porque no lo necesita.
Lo que hizo anoche fue dejar claro que su lugar como programa más visto de la televisión (incluso cuando en verano está fuera de parrilla y Antena3 pone reposiciones) no tiene que ver con quienes comparte franja horaria, sino con quienes son.
El público es fiel y ayer fue contundente.
¿El secreto?
- Una producción sólida y enorme que se maneja en diversos ámbitos: los invitados, las pruebas, los juegos, etc.
- La lectura clara del feedback del público. Saben a quienes se dirigen y detectan cada pulso.
- La atractiva cuestión de la pertenencia. Entre todos los que van a El Hormiguero y sus colaboradores que los reciben, se genera un ecosistema que trasciende la pantalla y se nota. Y si esto es simulado y no hay tal sentido de buen rollo, colegueo, y “pertenencia”, pues lo simulan maravillosamente. Todos quieren ir a El Hormiguero y eso genera una retroalimentación que sube en bucle año tras año.
- A eso se suma el gran sentido de espectáculo y de sorpresa, una porción razonable y bien entendida de humor y el guion.
Siempre el guion.
