Diego Delgado
El Ejecutivo, mediante la SEPI, cuenta ya con el 5% de la empresa y ,al ritmo de compra que lleva, podría cumplir su objetivo del 10% en poco más de un mes
La pugna por la hegemonía inversionista de Telefónica empieza a tener resolución. La Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), dependiente del Ministerio de Hacienda, ha alcanzado el 5,034% de la compañía y está acelerando la operación de adquisición del 10% de las acciones. En armonía con el objetivo que impuso el Consejo de Ministros en diciembre del año pasado, lo más previsible es que se haga efectivo más pronto que tarde. Concretamente, según el ritmo de compras desde finales de marzo, el Ejecutivo podría adquirir 8,8 millones de acciones al día, lo que significaría que la compra total de las aproximadamente 575 millones de acciones que equivalen el 10% se consumaría para el término del mes de mayo.
De esta forma, el Gobierno español se convertiría en el mayor accionista de Telefónica habiendo desembolsado en torno a 2.500 millones de euros. Un inmenso gasto provocado por la reacción a la adquisición del 9,9% de la teleco española por la compañía saudí STC en septiembre de 2023. Desde Telefónica se sienten satisfechos y recalcan que el interés en la empresa “demuestra que es una compañía líder, estratégica y atractiva no sólo en el ámbito de las telecomunicaciones sino también en el desarrollo del conjunto de la nueva era digital”.
Tras esta compra, la SEPI no sólo tendría más relevancia en el gigante de las telecomunicaciones español, sino que cumpliría con los intereses esenciales de defensa y seguridad nacionales que desde el principio demandaba. Es importante subrayar la necesidad del Ejecutivo de controlar la tecnológica frente a hipotéticos pactos entre inversores extranjeros, gracias a las participaciones de BBVA (4,87%) o CaixaBank (5%). De consumarse la operación el capital español dentro de Telefónica sería del 19,87%.
