La espectacularización del dolor. Los Medios sensacionalizan la lesión de Carolina Marín

agosto 6, 2024
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Carolina Marin
Carolina Marin

La lesión de Carolina Marín en los Juegos Olímpicos de París ha desatado un tipo de cobertura mediática que, en lugar de centrarse en el respeto hacia la deportista, ha priorizado el impacto en ratings y estadísticas. Los titulares sensacionalistas pueden trivializar el sufrimiento y deshumanizar a los atletas.

Roberta Barbieri Klein

La reciente lesión de Carolina Marín, una de las atletas más destacadas en la historia del bádminton y del olimpismo español, ha generado una cobertura mediática que pone de relieve una preocupante tendencia: la espectacularización del dolor. Marín, conocida por su resiliencia y éxito en el deporte, estaba a punto de alcanzar la final cuando sufrió una grave lesión en la rodilla en  durante los Juegos Olímpicos de París. Para dar esa noticia, muchos medios han optado por titulares que priorizan el impacto en ratings y estadísticas.

Aquí algunos ejemplos. Tal vez, los peores

Los siguientes titulares ejemplifican cómo se ha abordado la noticia en algunos medios de dudosa ética donde se resalta el enfoque en cifras y datos de impacto más allá de la experiencia personal de la deportista:

  • “Las lágrimas de Carolina Marín alcanzan los 1.202 millones de usuarios”
  • “Carolina Marín, herida: su lesión en los Juegos Olímpicos arrasa en redes con más de 786.000 interacciones”
  • “El drama de Carolina Marín: 159.000 tuits en un solo día”
  • “La lesión de Carolina Marín genera 1.571 noticias en todo el mundo”
  • “El mundo reacciona al accidente de Marín: cobertura global y miles de comentarios”

Este tipo de cobertura refleja una tendencia hacia la espectacularización del sufrimiento.

Ante el dolor de los demás ó la espectacularización del dolor en medios de comunicacion

Susan Sontag, en su análisis sobre la representación del dolor en contextos de guerra, criticó la tendencia a convertir el sufrimiento en un espectáculo para el consumo público. Aunque su trabajo se centró en el conflicto bélico, sus observaciones son igualmente relevantes en el ámbito deportivo: el dolor de Marín se convierte en una cifra de atención mediática, de carrera de cifras que tapa la seriedad y respeto. Insistimos, esto ocurrió en algunos medios, no todos. Pero siempre preocupa esta variable en quienes se autoperciben como periodistas.

El enfoque en estadísticas y ratings, como el número de noticias generadas o el volumen de publicaciones en redes sociales, puede trivializar el verdadero impacto de la lesión en la vida de Marín. La espectacularización del dolor deshumaniza a la atleta, y desvía la atención de la seriedad del incidente hacia el show y el morbo.

¿Este fenómeno tiene consecuencias importantes para la reputación de los medios de comunicación, que pueden ser percibidos como insensibles o oportunistas?, para un lector responsable, analista, humano; probablemente sí. Pero la marea del mainstream lleva años fomentando una visión superficial y despectiva de los eventos trágicos que afectan a los atletas y al resto.

Expertos en periodismo y psicología deportiva destacan que una cobertura ética debería equilibrar el interés público con el respeto por los individuos afectados. En lugar de convertir el sufrimiento en un simple fenómeno mediático, los medios deberían esforzarse por ofrecer una representación más compasiva y considerada.

En definitiva, la cobertura de eventos trágicos como la lesión de Carolina Marín debe priorizar la información precisa, el respeto y la empatía. ¿Se podrá evitar la tentación de reducir el dolor a meras cifras de atención? Otra vez la dictadura del clic.

 

 

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