Los concursos de televisión han capturado la imaginación y el entusiasmo del público durante décadas, ofreciendo no solo entretenimiento y emoción, sino también la posibilidad de ganar premios que pueden cambiar vidas. En España, algunos concursos han establecido récords notables en cuanto a la magnitud de los premios entregados. Desde impresionantes sumas de dinero que han dejado a los ganadores sin aliento, hasta botes acumulados que han marcado un antes y un después en la historia televisiva del país y en la historia de cadenas de televisión que han visto llenar sus arcas gracias a desconocidos que pasaron un casting y tienen tanta avidez y desparpajo, como la cadena misma.
Roberta Barbieri Klein
Concursar en una disciplina junto a pares en iguales circunstancias y condiciones para ver quién es el mejor, es un espectáculo atractivo desde la Antigua Grecia. A lo largo de los siglos, el concepto ha evolucionado con la tecnología, pero el gusto (y en algunos casos, la pasión) por ver a los concursantes esforzarse por ganar premios y gloria ha marcado muchas páginas en la historia de la televisión.
Historia de los concursos en televisión
Desde los primeros programas en blanco y negro hasta los más modernos, coloridos e interactivos, estos concursos han sido una constante en la programación de las cadenas. Todo comenzó en 1958 con “El Enigma”, el primer concurso en la televisión española. Este sencillo juego de preguntas, en el que se debía resolver un misterio policiaco, pasó desapercibido debido a la escasez de televisores y las desorganizadas emisiones, pero sentó las bases para futuros concursos.
El que inventó todo, el padre de todos los concursos en nuestro país es “Un, dos, tres… responda otra vez” (1972-2004). Considerado la piedra angular de los concursos en España, este programa, creado por Narciso Ibáñez Serrador, combinaba espectáculo, concurso y humor en una fórmula que demostró ser extremadamente exitosa. Conocido por frases icónicas como “hasta aquí puedo leer” y por el debut de personajes como Paula Vázquez, Victoria Abril y Miriam Díaz-Aroca, el programa mezclaba preguntas de cultura general con desafíos físicos y pruebas de habilidad. Fue emitido en diez etapas diferentes a lo largo de más de tres décadas, consolidándose como el concurso más famoso y exitoso de la historia de la televisión española.
Las audiencias hablan
“Un, dos, tres… responda otra vez” fue uno de los programas de mayor éxito en la historia de la televisión española.
En la década de 1970 el programa atrajo a una gran parte de la audiencia, con picos que superaban los 10 millones de espectadores, lo que equivalía a más del 60% de cuota de pantalla en su franja horaria. Luego en la década de 1980 la audiencia comenzó a estabilizarse, pero seguía siendo muy popular, con audiencias que se mantenían en torno al 40-50% de cuota de pantalla en sus emisiones. Por fin, en la década de 1990 y 2000 y a pesar de la competencia y la evolución en los gustos televisivos, el programa seguía siendo relevante, tal vez más por nostalgia que otra cosa, y fue menguando.
Otro ejemplo icónico es “Si lo sé no vengo”, emitido entre 1985 y 1988 y presentado por Jordi Hurtado y Virginia Maraix. Con un formato humorístico, los concursantes acumulaban kilómetros por respuestas correctas que podían canjearse por viajes al final del programa.
Los albores de la historia de los concursos trajo también “3 x 4” (1980s), presentado por Jordi Hurtado, Constantino Romero y Julia Otero. Este formato mezclaba entrevistas, actuaciones y diversas pruebas. Mientras tanto, “El tiempo es oro” (1987-1992) con Constantino Romero, retaba a los participantes con preguntas que les permitían acumular dinero para futuros concursos.
“El precio justo”, emitido entre 1988-1993 y 1999-2002, se centraba en adivinar precios de productos y fue presentado por Joaquín Prats y Carlos Lozano, alcanzando gran éxito y popularidad. Tuvo dos etapas: 1era etapa (1988-1993) con una audiencia de entre 3 y 4 millones de espectadores en promedio (cuota de pantalla entre el 20% y el 30%). y la 2da etapa (1999-2002) donde la competencia en la franja horaria había aumentado. Aun así, “El Precio Justo” mantuvo una audiencia estable un tiempo más.
En Infoperiodistas hicimos una clasificación para poder compararlos.
- Concursos intelectuales: Se centran en la evaluación de conocimientos generales y habilidades cognitivas, como responder preguntas de trivia, resolver acertijos o realizar cálculos matemáticos. ¿Qué espectadores ven estos concursos? los ávidos de conocimientos que juegan junto a los concursantes. La clave es el saber
- Concursos físicos: Ponen a prueba la resistencia, fuerza y agilidad de los participantes mediante desafíos que requieren gran capacidad física y esfuerzo corporal. ¿Qué espectadores ven estos concursos? Los que buscan sorprenderse y maravillarse tanto como quienes buscan ver al concursante caerse o fallar. La clave es la atracción hipnótica del juego.
- Concursos artísticos: Implican la demostración de habilidades en diversas disciplinas artísticas, como canto, danza o actuación, y la evaluación es realizada por un jurado especializado. ¿Qué espectadores ven estos concursos? Los que quieren ver a desconocidos llegando a altas cotas de talento en canto, baile, cocina etc. La clave es la fascinación por lo artístico (y la ilusion de ver como un anonimo está actuando en la tele)
- Concursos de realities: Buscan captar la atención del público a través de situaciones dramáticas y conflictos personales, enfatizando el entretenimiento y la dinámica de los participantes mas que habilidades específicas. ¿Qué espectadores ven estos concursos? los mismos que siguen la prensa rosa más escabrosa: los que se entretienen con las miserias ajenas y les va la marcha del morbo. La clave es el escándalo (y la paciencia, suelen ser muchas temporadas y hay que mantener el hilo del drama de cada uno)
- Concursos-tutorial: Ofrecen un entorno estructurado para el aprendizaje y perfeccionamiento de una disciplina específica, donde los participantes mejoran progresivamente sus habilidades bajo la guía de instructores y entrenadores. ¿Qué espectadores ven estos concursos? Los seguidores de tutoriales, curiosos del aprendizaje paso a paso y fanáticos de la disciplina del concurso: chef, costureros. La clave es el seguimiento semana a semana.