La Asociación Española de Pediatría propone implementar charlas de reflexión y revisar los protocolos de acción ante los casos de acoso en todos los niveles educativos.
Eva Marabotto
El 8,3% de los estudiantes en España sufre acoso escolar. Una situación que no solo afecta el bienestar emocional de los niños y adolescentes. También puede desencadenar trastornos psicológicos graves en la adolescencia y la edad adulta. Las víctimas presentan mayores probabilidades de desarrollar conductas autolesivas y de sufrir ideación suicida: un 31% y un 27% más, respectivamente.
Un llamamiento a la prevención del acoso escolar
Con estos argumentos, la Asociación Española de Pediatría (AEP) ha aprovechado el inicio de año para lanzar un llamamiento urgente a la acción frente al acoso escolar y el ciberacoso. La asociación recomienda la implementación de talleres de prevención de acoso en todos los niveles educativos. También la revisión de los protocolos de actuación específicos para identificar y tratar casos de manera adecuada.
Para la doctora Paula Armero, coordinadora del Comité de Salud Mental de la AEP, el problema del acoso escolar afecta a un número amplio de personas: «A la víctima, obviamente, pues el acoso le puede causar efectos psicológicos a largo plazo, como la depresión, la ansiedad o los trastornos de conducta”. Pero también debe ponerse el foco en los «‘espectadores». Como apunta la pediatra, “presenciar esas conductas hace que normalicen la violencia y la manipulación en una etapa en la que aún están aprendiendo a relacionarse. Además, hace que no se sientan seguros en el entorno escolar”. Asimismo, plantea: “Cabe preguntarnos qué problemática hay detrás de cada acosador para que éste actúe de ese modo. ¿Acaso en su entorno familiar convive con violencia?”.
El acoso en las redes sociales
Según los pediatras, la prevención del acoso escolar debe contemplar que también se da en las redes sociales. En España, la prevalencia del ciberbullying es aproximadamente del 1,1% entre los estudiantes. Los datos puntualizan que este tipo de ataques se da principalmente en plataformas como WhatsApp (71,9%), Instagram (44,8%) y TikTok (41,7%). Suele afectar a estudiantes de entre 11 y 12 años y es ligeramente más frecuente entre las chicas. “El agravante de este tipo de acoso es que va más allá del horario escolar. Persiste, aunque el alumno cambie de centro y, además, no desaparece, queda siempre una huella digital”, apunta Armero.
La Asociación Española de Pediatría alerta que el acoso no solo afecta el bienestar emocional inmediato de los menores, sino que se ha identificado como un desencadenante de trastornos psicológicos graves en la adolescencia y la edad adulta. También señala que la exposición prolongada a este tipo de violencia puede llevar al desarrollo de fobia escolar, ansiedad crónica, estrés postraumático, e incluso trastornos de la conducta alimentaria. “Es fundamental que tanto desde el entorno sanitario, como desde el escolar y el familiar ofrezcamos un espacio seguro y de confianza para que el menor afectado pueda expresar su situación y buscar ayuda sin temor a represalias o estigmatización. Debemos atajar definitivamente el acoso”, concluye la pediatra.
Las recomendaciones de la Asociación Española de Pediatría para la prevención del acoso escolar.