Gran Hermano: Del éxito fresco al desgaste predecible

septiembre 23, 2024
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Gran Hermano. Telecinco
Gran Hermano. Telecinco

El reality Gran Hermano enfrenta un descenso sostenido en sus cifras de audiencia, especialmente evidente en su tercera gala. Anoche, en El Debate de GH bajó siete décimas respecto a la semana pasada a pesar de tener a Ion Aramendi conduciendo con solidez y talento.

Judith Victoria Cherquis

La diferencia entre el éxito y la desesperación es la curva. Cuando la televisión da con un éxito, la curva es ascendente, pero cuando intenta repetir viejos triunfos en un acto desesperado por recuperar audiencia, la curva cae inevitablemente. A veces de forma lenta. Pero cae.

En el primer caso, hay entusiasmo, sorpresa, y a veces, un tesoro escondido que algún pirata de la tele descubre y que todos celebran. Dar el golpe. Crear una necesidad audiovisual que no existía. Eso fue lo que sucedió con Gran Hermano hace 24 años: éxito, descubrimiento, fascinación, participación.

El fenómeno traspasó la pantalla y ocupó el centro del debate cultural y mediático. Los sociólogos escribieron ensayos y libros sobre el impacto social del programa. El libro 1984, de George Orwell, alcanzaba nuevas cotas de popularidad. Las tertulias estaban abarrotadas, y los directivos de Zeppelin, la productora en España, probablemente desayunaban con champán.

Eso fue un éxito.

Se mantuvo durante muchos años, y con cada temporada, la apuesta por habitar en la cima se hacía más alta. No fue fácil mantener la apuesta para continuar con la frescura que, en su día, lo había convertido en una bomba.

GH: un dinosaurio en vías de extinción

Gran Hermano ya va por su tercera gala de la temporada, y los números son claros: la audiencia desciende y El Debate de GH de anoche lo confirma. Ion Aramendi, con carisma y maestría celebraba con entusiasmo el primer beso entre dos concursantes que se conocieron en la casa.

Se espera que los romances, las peleas y las situaciones semi-guionadas aporten la adrenalina necesaria para mantener el interés del público. Pero solo lo logra entre los fieles al formato. No capta nuevos espectadores.

La frescura, como la suerte, no perduran. Lo que en su día fue un fenómeno rompedor, hoy parece una fórmula agotada donde los cráneos de la productora se devanan los sesos para ver como meter algo diferente: que cambian normas, que indultados y desindultados, que el público puede cambiar su fallo, que “una emocionante competición en directo del nuevo ‘Big Bro’ será recompensado con la salvación“. Que la casa secreta, que la casa oficial, que “cuál será su coartada para mantener ocultas sus verdaderas identidades” al entrar, que convivencias, separaciones, etc.

Estamos en una era donde “La Vida en Vivo” es el pan de cada día en las redes sociales.

Los concursantes de hoy, si no estuvieran en Gran Hermano, estarían exponiendo igualmente sus vidas en Instagram o TikTok.

Anoche fue un claro ejemplo de lo complicado que se ha vuelto para GH retener la atención del público. La emisión del Debate de Gran Hermano, conducido por Aramendi, fue superada por El peor vecino del mundo, una película que no era estreno en TV (de hecho es un remake de la alemana “Un hombre llamado Ove”) . Emitida por TVE y protagonizada por Tom Hanks. El filme logró reunir a 1.8 millones de espectadores, siendo la oferta más vista del día, mientras que El Debate se quedó cerca del millón, pero con una clara pérdida de cuota de pantalla.

Audiencias de Gran Hermano 2024

  • Gala 1 (05/09/2024): 17,4% y 1.053.000
  • Gala 2 (12/09/2024): 16,8% y 1.022.000
  • Gala 3 (19/09/2024): 16,2% y 972.000

Aunque Gran Hermano sigue obteniendo buenos resultados en franjas demográficas específicas, como los espectadores de entre 25 y 44 años, la caída general de la audiencia es evidente.

La tercera gala, por ejemplo, bajó por primera vez de la barrera del millón de espectadores. Jorge Javier Vázquez, un comunicador sólido y reputado y conductor de las galas principales, sigue liderando la emisión, pero la situación no pinta bien si consideramos que en cada episodio se va cediendo terreno.

Para los fieles seguidores, el programa aún tiene atractivo, pero para el público general, la fórmula parece haberse desgastado. Aun así, el formato sigue siendo una fuente clave de contenido que suscita interés entre ciertos sectores, especialmente en la franja más joven de la población.

El programa, que en su día marcó un antes y un después en la televisión española, es un dinosaurio en vías de extinción en una nueva era en la que la exposición continua de la vida privada ya no es tan sorprendente. Hoy en día, lo rompedor podría ser, quizás, volver a la vida privada sin ojos que la observen.

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