Diego Delgado
El futuro de las llamadas telefónicas parece más desafiante que nunca. El spam y la telefonofobia hacen que llamar por este medio sufra algunas fluctuaciones
El futuro de las llamadas telefónicas en España plantea una pregunta existencial: ¿tendrá sentido llamar por teléfono? En la actualidad, más del 40% de los “toques” que se reciben son spam. Un fenómeno que genera incordia y molestia, pero también ansiedad.
Esto sumado a la popularización del smartphone y el auge de las aplicaciones de mensajería, la redes sociales o la videollamadas hace visible el cambio social. Por tanto, las llamadas telefónicas tradicionales presentan un futuro incierto, y el negocio de las operadoras de telecomunicaciones un reto significativo.
Sin embargo, y aun así, la telefonía prevalece como medio de comunicación frecuentado. Según los datos de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), en 2022, España tenía una media de 1.984 minutos por línea. Esto supone un 56% más que hace 15 años. Por el contrario, el teléfono fijo enfila la extinción con 780 minutos por línea y un desplome del 81% desde 2006. Unos resultados que reflejan que el futuro de las llamas de voz está en la telefonía móvil.
La gran barrera: la telefonofobia
En los últimos años, ha surgido una nueva ansiedad social: la telefonofobia. Una incomodidad o pánico por recibir o realizar llamadas telefónicas. Esta afección, reconocida por psicólogos, afecta principalmente a aquellos que mamaron de la transformación digital, es decir, los jóvenes.
“A nivel psicológico, la principal explicación tiene que ver con la nueva forma de comunicarse que tienen los jóvenes, que al final se ha ido adquiriendo también por parte de los adultos y ha cambiado nuestro estilo de vida y formas de comunicación”, asegura Vanessa Fernández, doctora en Psicología y profesora de la Universidad Complutense de Madrid.
Entre los factores que provocan estas nuevas vías para comunicarse se encuentra la falta de tiempo y la individualidad. Estos asuntos llevan a priorizar los mensajes de texto sobre las llamadas en tiempo real, que cada vez más están consideradas invasivas.
Sin embargo, la telefonofobia va más allá de los hábitos y preferencias. Causa respuestas físicas como sudoración, temblores y taquicardia, e incluso pánico.
“Esos niveles de ansiedad, conocida como ansiedad de evaluación, se asocian al temor de que otros nos evalúen negativamente, les molestemos o les rechacemos”, añade Fernández.
El spam, el lastre las llamadas telefónicas tradicionales
Las llamadas comerciales y el spam están erosionando la confianza en las comunicaciones telefónicas. Según el Informe Global sobre Amenazas de Llamadas de Hiya del tercer trimestre de 2022, España es uno de los países con mayores tasas de spam telefónico en Europa.
Con un 42%, al mes cada persona recibe 17 llamadas de este tipo. La Ley General de Telecomunicaciones de 2023 busca abordar este problema, prohibiéndolas sin consentimiento expreso.
La reinvención del negocio de las telecomunicaciones
El negocio de los operadores de telecomunicaciones ha cambiado drásticamente. Hace 20 años, las tarifas de llamadas eran la principal fuente de ingresos, pero hoy en día, el consumo de datos ha tomado la delantera. Desde 2016, los operadores han eliminado tecnologías antiguas como 2G y 3G, y han conseguido reducir costos. Una prueba clara de la reinvención del negocio del sector
De esta forma, y en sintonía con la evolución tecnológica de la sociedad, las llamadas telefónicas cambiarán su función paulatinamente. Los operadores mantienen el uso de este medio, principalmente para emergencias.
En conclusión, y según afirma Carlos Ángel, responsable de marketing de Somos Conexión: “las llamadas de voz seguirán siendo un recurso valioso, pero su uso se asociará cada vez más a vínculos de confianza más estrechos”.