Diego Delgado
Investigadores malagueños ha creado un nuevo sistema que agiliza la detección del cáncer de mama. El nuevo estudio indica el incremento de volumen de muestras de sangre como clave del diagnóstico temprano
Un equipo de investigadores del Instituto de Investigación Biomédica de Málaga y Plataforma en Nanomedicina (Ibima Plataforma BIONAND) ha dado un importante paso en la detección temprana del cáncer de mama. El nuevo estudio destaca una metodología innovadora que incrementa la precisión en la detección de la enfermedad mediante el análisis de muestras de sangre.
La investigación ha estado liderado por el Dr. Emilio Alba, director del Centro de Investigación Malagueño de Oncología (CIMO) y por el Dr. Iñaki Comino, investigador principal del Laboratorio de Biopsia Líquida Experimental.
¿En qué consiste la nueva metodología?
El enfoque del estudio se centra en el aumento del volumen de sangre extraída. Esto permite una detección más precisa del ADN circulante tumoral y de las células tumorales en pacientes con cáncer de mama localizado. Esta metodología ultrasensible consigue identificar la respuesta a los tratamientos y detectar de manera precoz posibles recaídas. De esta forma, el manejo cínico de los pacientes es mucho más efectivo y personalizado.
“La monitorización ultrasensible de la respuesta a los tratamientos e identificación temprana de las recaídas en el cáncer pueden ser cruciales para aumentar las tasas de supervivencia y mejorar la calidad de vida de los pacientes.”, explica el Dr. Comino.
“Con esta nueva metodología, hemos podido identificar la persistencia del cáncer de mama aun después de los tratamientos establecidos para erradicar la enfermedad”, añade.
La obtención de resultados y su implementación clínica
La investigación se llevó a cabo con la participación de pacientes con cáncer de mama temprano. A estos se les extrajeron muestras de sangre periódicamente durante sus tratamientos para analizarlas en laboratorios. Mediante tecnologías avanzadas capaces de detectar niveles extremadamente bajos de ADN circulante tumoral y células tumorales circulantes consiguieron resultados reveladores. Gracias a esta metodología, surge la posibilidad de distinguir entre pacientes que responden al tratamiento terapéutico y aquellas que experimentan recaídas después de la cirugía.
“Este hito no solo es un logro para nuestro equipo, sino también un ejemplo de cómo la colaboración interdisciplinaria y el uso de tecnología puntera pueden llevar a descubrimientos que cambian vidas”, destacó el Dr. Comino.
De la misma forma, la implementación de esta tecnología supone una verdadera ventaja para aquellas pacientes con cáncer de mama localizado que n han respondido a los tratamientos primarios. Mediante una aplicación sencilla como la extracción de una muestra de sangre, se pueden precisar diagnósticos y tratamientos preventivos de manera rápida y eficaz. Además, este método tiene el potencial de ser adaptado para otros tipos de cáncer, lo cual amplia su impacto en la oncología moderna.
“El presente y futuro de la oncología están en la detección del cáncer incluso cuando está mínimamente presente, con el fin de aplicar una medicina personalizada y de precisión que permita abordar su curación de una manera más efectiva”, concluye Comino.