El primer día de agosto de 2024 evidenció una vez más el dominio del deporte en la televisión española. Con los Juegos Olímpicos de París como protagonistas, las opciones para aquellos que no disfrutan del deporte se vieron reducidas a repeticiones y telediarios que cada día hacen show de la actualidad ¿qué pasa con los espectadores que buscan algo más allá del deporte en sus pantallas?
Roberta Barbieri Klein
Ayer, primer día de agosto de 2024, el panorama televisivo fue un claro reflejo de la fiebre deportiva que invade nuestras pantallas. Si eres de los pocos que no disfrutan del deporte (¡los hay!) prepárate para desempolvar esos libros olvidados en la estantería.
El evento más visto del día fue el partido de tenis individual entre T. Paul y C. Alcaraz en los Juegos Olímpicos de París, transmitido en La1 a las 14:30 horas. Con 2.107.000 espectadores y un impresionante 22,2% de cuota de pantalla, el tenis ha capturado la atención de todos. Bueno, casi todos.
¿Pero qué pasa con aquellos que no encuentran entretenimiento en el despliegue de habilidades atléticas? Las opciones son limitadas. La emisión más seguida en prime time, “París en juegos”, también en La1, atrajo a 1.289.000 espectadores con un 14% de share. Una vez más, los deportes dominan.
La situación se vuelve más desesperante si se considera el “Minuto de oro” del día, registrado a las 16:29 horas durante la transmisión de los Juegos Olímpicos en La1, con 3.021.000 espectadores. Mientras tanto, a las cadenas alternativas casi no se las ve luchar por captar la atención del público. “Supervivientes All Stars: Debate final express” en Telecinco logró 1.102.000 espectadores y un 11,4% de cuota. No está mal, sobre todo teniendo en cuenta que “Supervivientes All Stars” llegó a su fin, cerrando su ciclo con este debate final.
Tirando de archivo
“El Hormiguero” de Antena 3 tuvo una noche con un 8,4% de cuota, bastante share teniendo en cuenta que se trató de una repetición (del 20 de marzo de 2024 con leo Harlem), ya que el programa está actualmente de vacaciones.
Sin salir de la cadena de Atresmedia, ayer se estrenó “Buenos Días, Mamá” (en reemplazo de “los Artistas. Primeros Trazos” que voló de la parrilla después de su estreno por una baja marca de audiencia: 6,8%). “Buenos Días, Mamá” logró un 8% de share, mejorando pero aún insuficiente para competir con la oferta deportiva.
Entonces, nos queda preguntar: ¿Las opciones del verano son telediarios, reposiciones y el Grand Prix? ¿Se da por sentado que todos los españoles y residentes nos vamos en agosto a alguna playa sin televisor?
Ayer la televisión nacional dejó poco espacio para aquellos que no comparten el entusiasmo por el deporte. Las cifras no mienten: el consumo televisivo alcanzó los 156 minutos por persona, pero la mayor parte de ese tiempo fue dedicada a eventos deportivos. La1, impulsada por los Juegos Olímpicos, lideró con un 15,5% de cuota de pantalla, seguida de Antena 3 y Telecinco, ambas lejos de poder competir con la cobertura deportiva.
Para los no aficionados al deporte, la televisión de ayer fue una sequía de contenido atractivo. Quizás es el momento perfecto para retomar esos libros polvorientos o explorar nuevas formas de entretenimiento (obvimente, las OTT; aunque sería ideal volver a las salas de cine).
La televisión para todos, excepto para algunos
El dominio de los eventos deportivos en la televisión convencional no solo margina a aquellos que no comparten la pasión por el deporte, sino que también representa una oportunidad perdida para las cadenas. Existe una audiencia potencial que anhela contenido diferente, y que se ve obligada a buscar alternativas fuera de la pantalla tradicional.
Ayer, más de la mitad de la población española (53,5%) vio al menos un minuto de televisión, con un total de 24.939.000 contactos. Sin embargo, la mayoría de esos minutos estaban teñidos de actividades deportivas. ¿Dónde queda el espacio para la diversidad de intereses?
Así las cosas, querido lector: si no eres un aficionado al deporte, la televisión actual puede parecerte un desierto de opciones. Pero quizás, este sea el impulso que necesitas para redescubrir el placer de un buen libro o una conversación interesante.