Nuria Gispert, periodista catalana con una extensa trayectoria en medios como RTVE, TV3 y Canal Sur, falleció a los 66 años.
RBK
Nuria Gispert consolidó su nombre en la televisión española a través de su trabajo en RTVE, donde condujo programas clave tanto informativos como de entretenimiento, ganándose el respeto del público y sus compañeros.
Con un estilo cercano y empático, Gispert destacó en programas como La Tarde y Buscados con cargo. Además de su presencia en RTVE, su colaboración con TV3 y Canal Sur la posicionó como una figura clave en la cobertura de la actualidad catalana, sirviendo de puente entre Andalucía y Cataluña en sus reportajes.
Su capacidad para abordar tanto la información nacional como regional, siempre con rigor y humanidad, fue su sello distintivo. La calidez de su presencia en pantalla hizo que se ganara un lugar especial en los corazones de los televidentes, especialmente en el ámbito autonómico.
El final de su carrera y su lucha contra la enfermedad
Nuria estaba a punto de cerrar un importante capítulo de su vida profesional. Su jubilación estaba programada para el 18 de noviembre de 2024, coincidiendo con su cumpleaños número 67. Los planes de retiro, que incluían mudarse a su casa de campo y disfrutar de su primer nieto junto a su pareja, se vieron truncados por una enfermedad fulminante que comenzó a manifestarse a su regreso de las vacaciones de verano. La periodista fue diagnosticada con un tumor que deterioró rápidamente su salud.
Antonio Manfredi, compañero y amigo cercano, fue quien dio a conocer su fallecimiento a través de una entrada en su blog, donde describió con dolor los primeros signos de la enfermedad, reflejados en “olvidos, ausencias” y la progresiva pérdida de movilidad.
Escritora y activista social
La carrera de Nuria Gispert no se limitó solo al ámbito periodístico. En su faceta como autora, publicó varios libros de cocina práctica que reflejaban su interés por esta disciplina. Entre ellos, destacan Cocina en menos de tres horas para toda la semana y Carmanyoles, ambos editados por Cosetania. Estas obras demostraban su habilidad para simplificar la vida cotidiana de las personas a través de recetas accesibles y útiles.
Además, Gispert dedicó los últimos años de su vida a la gestión de un banco de alimentos de Cáritas, reafirmando su compromiso con la justicia social y su preocupación por los más vulnerables.
Su trabajo en esta área fue un reflejo de su carácter generoso y su voluntad de ayudar, convirtiendo su labor solidaria en una parte fundamental de su legado.