Diego Delgado
Según el Instituto Médico Ricart (IMR) en España se diagnostican 8,7 casos de melanoma por cada 100.000 personas, unos 8.000 casos nuevos al año. La prevención, la visita regular al dermatólogo y el cuidado de la piel son los métodos más eficaces para evitar la afección
El melanoma es una enfermedad cancerígena que se origina cuando los melanocitos, células que generan el pigmento que da color a la piel, comienzan a crecer fuera de control. Su síntoma más común es la aparición de manchas o lunares atípicos que suelen cambiar de tamaño y forma y producen picazón o sangrado. En España, se diagnostican 8.049 casos al año, con una tendencia al alza según la Sociedad de Oncología Médica.
“La incidencia del melanoma está en aumento en personas de raza blanca. En España, según un estudio realizado en la última década, la tasa de incidencia de melanoma se sitúa en torno a 8,7 casos por 100.000 personas/año. Recientemente se ha observado un aumento de esta incidencia, encontrándose incluso por encima del 2% anual. Por si fuera poco, la tasa de mortalidad se situaría en torno a 2,2 casos por cada 100.000 personas/año.” señala la doctora Marta González, dermatóloga de Instituto Médico Ricart.
Es por ello, que el IMR ha confeccionado dos herramientas que se llevan la palma del diagnóstico precoz del cáncer de piel: la regla ABDCE de los lunares y la dermatoscopia digitalizada.
Primeramente, la opción más lógica y fácil de llevar a cabo es acudir regularmente al dermatólogo. Según la Dra. González, se debe hacer revisión de los lunares al menos una vez al año. En casos excepcionales, como pertenecer al fototipo de piel claro (personas rubias, pelirrojas o de ojos claros) o tener antecedentes familiares de melanoma, la revisión periódica debería ser obligatoria. La observación de los lunares es fundamental, apunta el IMR, y va sujeta a cinco indicadores de riesgo de padecer melanoma, comprendidos en la regla ABCDE: si se detecta asimetría de las manchas con bordes irregulares y de color oscuro o variado, diámetro de más de cinco milímetros y una evolución de tamaño, forma y color de las mismas acompañada de picor, inflamación y sangrado, es certero que se padezca la afección.
En segundo lugar, la metodología que previene el cáncer de piel de forma más precisa es dermatoscopia digitalizada. Ésta logra, mediante un sistema fotográfico, visualizar los lunares y otras lesiones de la piel antes de que se desarrollen los síntomas visibles.
No obstante, la recomendación más frecuentada por dermatólogos para prevenir cualquier cáncer de piel es evitar la exposición solar sin protección solar. “Dado que el principal factor de riesgo es la exposición solar se debe evitar la acumulación de la radiación ultravioleta y las quemaduras solares. Por ese motivo, se recomienda evitar la exposición solar prolongada”, explica González.
En el último supuesto, si se padece de un melanoma ya extendido, la opción recomendada es la cirugía micrográfica de Mohs, que consiste en la extirpación progresiva de capas de tejido afectado, seguida de una evaluación microscópica inmediata para determinar si quedan células cancerosas.
