La Inteligencia Artificial revoluciona los ensayos clínicos

junio 24, 2024
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Diego Delgado

Según la AECIC, la Inteligencia Artificial supone una revolución en el campo de los ensayos clínicos, con sus luces y sus sombras

La Inteligencia Artificial ya es a día de hoy una herramienta aplicable a cualquier ámbito de la vida. Y en la medicina no es una excepción, sino una guía de rumbo para la efectividad médica total, o por el contrario, para el control absoluto de nuestras vidas.

Y es que según la Asociación Española de Compañías de Investigación Clínica (AECIC), en su undécima jornada que trata este aspecto, la IA es un potenciador de ensayos cínicos. “La inteligencia artificial revoluciona los ensayos clínicos al optimizar el diseño del estudio, mejorar la selección de pacientes y acelerar el análisis de datos, lo que resulta en tratamientos más rápidos y efectivos.”, opina Pedro Hernández, vicepresidente Clinical Research & PSP de EvidenzeGroup y ponente del encuentro.

Sin embargo, en esta aplicación presenta una paradoja. La Inteligencia Artificial es fundamental para seleccionar y cribar pacientes gracias a sus algoritmos y análisis de inmensos conjuntos de datos. No obstante, la legislación en materia de protección de los mismos y la dificultad de hospedadores por proporcionarlos suponen una traba importante en la aplicación de la IA en ensayos clínicos. Un traspié que se explica con el miedo o prudencia de entregar la inmensa información que alberga el sistema de prácticamente cualquier persona del globo.

Más claros que oscuros, así funciona la Inteligencia Artificial en los ensayos clínicos

Aunque suponga revuelo el acceso de nuestras vidas por parte de la IA, las ventajas pesan más en el campo de la ciencia clínica. En este aspecto la Inteligencia Artificial “médica” tiene dos manifestaciones.

Por un lado, se aplica la convencional, que toma decisiones inteligentes a partir de un set de datos y mediante un conjunto específico de reglas. En la otra parte, los ensayos clínicos se sustentan de la IA generativa, que es la verdadera caja de pandora. Esta herramienta es capaz de crear algo nuevo y original a partir de la información que se le suministra. Si un hospital facilita datos de todos sus pacientes, esta Inteligencia Artificial puede generar diagnósticos, tratamientos y aplicaciones personalizadas, rápidas y efectivas.

“La IA no es perfecta, pero tampoco es imprescindible que lo sea, basta con que sea mejor que un humano, y por lo tanto de momento es necesaria la supervisión.”, aclara Pedro Hernández.

De esta forma, la conjunción entre Inteligencia Artificial convencional y generativa proporciona ventajas en diversos ámbitos de la investigación clínica. Desde el reclutamiento de pacientes hasta la predicción de resultados, la IA está en constante aprendizaje. Lo que posibilita una optimización plena de los procesos clínicos y una aceleración importante en los flujos de trabajo funcionales.

En este contexto, los expertos de la AEIC concluyeron un pensamiento consensuado. La Inteligencia Artificial ha venido para quedarse. Sin embargo, la supervisión y seguimiento de la misma es fundamental para que no se nos escape de las manos. Las barreras legislativas y la necesidad de adaptar la regulación a estos nuevos entornos tecnológicos, son algunos de los puntos que más enfatizan los expertos.

No obstante, y en términos generales, la Inteligencia Artificial alumbra más que oscurece. A pesar de los desafíos, ofrece una oportunidad única para revolucionar la investigación clínica y mejorar la calidad de vida de los pacientes.

 

 

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