El problema del aumento de la obesidad infantil

junio 13, 2024
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Obesidad infantil

Ángel Zamarriego

La obesidad infantil aumenta y ya uno de cada cinco menores en el mundo tiene exceso de peso

La obesidad infantil se ha convertido en un problema de salud global, afectando a uno de cada cinco menores en todo el mundo, según una revisión científica de la Universidad de Sichuan publicada en Jama Pediatrics. Esta investigación pone de relieve el alarmante aumento de casos en la última década y subraya la necesidad urgente de abordar los factores de riesgo asociados con esta epidemia.

El estudio revela que, entre 2012 y 2023, la incidencia de obesidad entre niños y adolescentes aumentó un 60% en comparación con la primera década del siglo XXI. Actualmente, el 20% de los menores en el mundo sufren de sobrepeso u obesidad. Este incremento se observa en todas las regiones del planeta, aunque con variaciones significativas entre países.

La investigación de la Universidad de Sichuan identifica varios factores de riesgo que contribuyen a la obesidad infantil, entre ellos hábitos alimentarios y comportamentales. Saltarse el desayuno y la exposición prolongada a pantallas son dos de los más destacados. Además, se ha encontrado que el tabaquismo durante el embarazo y la obesidad materna también elevan el riesgo de que los niños desarrollen obesidad.

El estudio analizó más de 2.000 estudios en 154 países, involucrando a cerca de 46 millones de personas, y encontró que la prevalencia global de obesidad en niños y adolescentes es del 8,5%. Sin embargo, hay una gran variabilidad entre regiones. En Vanuatu, una pequeña isla en Oceanía, la prevalencia es del 0,4%, mientras que en Puerto Rico es del 28,4%. En España, la tasa es del 9,28%.

 

Diferencias entre países

Los países con altos ingresos generalmente tienen tasas más altas de obesidad infantil, aunque también hay diferencias significativas dentro de estos países. En Estados Unidos, la prevalencia es del 18,6%, mientras que en Japón es del 4%. Estas diferencias pueden atribuirse a variaciones en los hábitos alimentarios. Por ejemplo, las dietas en Europa y Estados Unidos suelen incluir más alimentos procesados, mientras que en el sudeste asiático se prefieren dietas ricas en cereales integrales y verduras.

 

Consecuencias a largo plazo

La obesidad infantil no solo afecta la salud física de los menores, sino que también tiene implicaciones graves a largo plazo. Los niños con exceso de peso tienen un mayor riesgo de desarrollar enfermedades crónicas como prediabetes, asma, hipertensión y hígado graso. Además, la obesidad en la infancia a menudo se perpetúa en la adultez, lo que lleva a una mayor incidencia de enfermedades crónicas y una reducción en la calidad de vida.

El estudio también enfatiza la importancia de mantener hábitos saludables desde una edad temprana. La práctica regular de ejercicio físico, una dieta equilibrada y el establecimiento de rutinas de sueño adecuadas son fundamentales para prevenir la obesidad. Los investigadores también destacan la necesidad de limitar el tiempo que los niños pasan frente a las pantallas, ya que esto está asociado con un mayor riesgo de desarrollar obesidad debido a la exposición al marketing de alimentos y a un estilo de vida sedentario.

La comunidad científica y los profesionales de la salud piden acciones coordinadas a nivel global para promover estilos de vida saludables y prevenir la obesidad infantil. Solo a través de esfuerzos conjuntos se podrá revertir esta tendencia y asegurar un futuro más saludable para las próximas generaciones.

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