El consorcio del que participa la Fundación Jiménez Díaz ha desarrollado un nuevo tipo de células CAR-T para tratar el cáncer.
Especialistas del Instituto de Investigación Sanitaria de la Fundación Jiménez Díaz (IIS-FJD) participan de un estudio liderado por el Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT). La investigación en la que también interviene la Clínica Universidad de Navarra (CUN) . Estas células están basadas en el uso de vectores no virales. Apuntan al tratamiento de cánceres hematológicos tales como los linfomas o leucemias de linfocitos B. Esta terapia innovadora, tiene como base la modificación genética de linfocitos T del paciente para atacar las células malignas. El principio activo parte de que estas células presentan en su superficie una proteína conocida como antígeno CD19.
Este proceso se ha desarrollado gracias a una estrecha colaboración establecida entre dos agrupaciones de Centros de investigación. Por una parte, el CIEMAT, el Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Raras (CIBERER) y el IIS-FJD. Por otra, la CUN, su Centro de Investigación Médica Aplicada (CIMA), el Instituto de Investigación Sanitaria de Navarra y el Centro de Investigación Biomédica en Red de Cáncer.
Las células CAR-T del estudio en el que participa la Fundación Jiménez Díaz
Las nuevas células CAR-T se han generado utilizando un sistema de vectores no virales. Estas incluyen el transposón terapéutico «Sleeping Beauty» y una molécula que facilita su integración en el ADN de los linfocitos T del paciente o «transposasa». Se trata de una herramienta utilizada en terapia génica que permite introducir de forma segura y eficaz nuevos genes en las células diana.
Según el doctor Felipe Prósper, director del Área de Terapia Celular de la CUN, «el componente innovador radica en que hemos empleado un sistema de transposones para introducir el CAR dentro de las células T, en lugar de vectores virales». «Si logramos confirmar la eficacia antitumoral de estas células CAR-T, podríamos hablar de numerosas ventajas en término de costes, seguridad y facilidad de producción», dice.
Un proceso con menos costes
Para la generación de estas células CAR-T, los linfocitos T extraídos del paciente se «electropermeabilizan». Esto busca facilitar la inserción del complejo terapéutico transposón/transposasa, sin necesidad de utilizar ningún vector viral. Estos vectores tienen un coste cinco o diez veces mayor al del complejo terapéutico utilizado en esta estrategia. «No podemos olvidar que en la actualidad una de las limitaciones de la terapia génica radica en su muy elevado coste», apunta el doctor Juan Bueren, director de la Unidad de Innovación Biomédica del Consorcio coordinado por CIEMAT. Luego añade: «De ahí que propusiéramos el inicio de un nuevo proyecto, cuya eficacia se acaba de publicar en la revista Molecular Therapy Methods and Clinical Developments«.
El proceso de fabricación ya utilizado a escala clínica en las Salas Blancas del CIMA y del CIEMAT cumple con los estándares de calidad para su uso en pacientes. Ha demostrado que su eficacia y seguridad es comparable a la obtenida cuando se utilizan vectores virales mucho más costosos.
Un ensayo clínico pionero
Con todos estos resultados, la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS) ha autorizado el desarrollo de un ensayo clínico pionero. Se centrará en el tratamiento de pacientes con linfomas de tipo B. En él participa el Servicio de Hematología y Hemoterapia del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz del Grupo QuirónSalud. La institución colabora en el proyecto y en la criopreservación de los productos finales. Este estudio clínico se ha iniciado ya gracias a una subvención del programa de Investigación Clínica Independiente del Instituto de Salud Carlos III, promovido por el Instituto de Investigación Biomédica de Salamanca (IBSAL). «El objetivo inicial del ensayo clínico es el de demostrar la seguridad del tratamiento, si bien confiamos mostrar evidencias iniciales de eficacia antitumoral», indica el doctor Fermín Sánchez-Guijo, jefe del Servicio del Hospital Clínico de Salamanca.
En este enlace se puede leer el artículo sobre el ensayo de desarrollo de células CAR-T en el que participan investigadores de la Fundación Jiménez Díaz.