¿Es beneficioso echarse una siesta en horario laboral?

julio 18, 2024
Tiempo de lectura: 2 mins
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Diego Delgado

Uno de cada cinco españoles reconoce que se echa la siesta a diario. Pero hacerlo durante la jornada laboral, ¿viene bien? La consultora omnicanal Ringover analiza sus beneficios y contras

La práctica de tomar una breve siesta está demostrado científicamente que ofrece beneficios para la salud. Sin embargo, hacerlo durante la jornada laboral puede tener tanto ventajas como inconvenientes. Según un análisis de Ringover, estas son algunas de ellas.

Ventajas de dormir la siesta en horario laboral

Mejora la productividad: Dormir una breve siesta puede mejorar significativamente la atención y el rendimiento cognitivo. El sueño ayuda a consolidar la memoria y a refrescar la mente, lo cual permite a los empleados volver a sus tareas con mayor eficacia.

Reducción del estrés: La siesta puede ser una herramienta efectiva para combatir el estrés en el entorno laboral. Al desconectar temporalmente de las preocupaciones, los profesionales pueden recargar energías, lo que reduce los niveles de cortisol, la hormona del estrés. Esto promueve una sensación de calma y bienestar.

Mejora el estado de ánimo: La falta de sueño puede conducir a irritabilidad y un estado de ánimo negativo, lo que afecta a las relaciones laborales y la moral del equipo. Una siesta corta puede mejorar el estado de ánimo de los empleados, haciéndolos más sociables y colaborativos. Un aspecto que beneficia tanto al trabajador como al ambiente laboral.

Fomento de la creatividad: La creatividad, crucial en muchos ámbitos profesionales, puede estimularse a través del sueño. Durante la siesta, el cerebro procesa y organiza la información, lo que facilita la aparición nuevas ideas y soluciones innovadoras.

Inconvenientes de dormir la siesta en horario laboral

Interrupción de la jornada: Si no se gestiona adecuadamente, la siesta puede conducir a una pérdida de tiempo innecesaria y a una disminución de la productividad. Es esencial que las empresas establezcan políticas claras para garantizar que las siestas no interfieran con las responsabilidades laborales.

Dificultad para despertar: Algunas personas pueden experimentar “inercia del sueño”, una sensación de desorientación y somnolencia al despertar de una siesta. Este estado de confusión podría afectar negativamente el trabajo.

Percepción negativa: En algunas organizaciones, la siesta puede ser percibida como una falta de profesionalidad o compromiso. Los empleados que duermen después de comer pueden ser vistos como perezosos, lo que podría afectar su reputación y oportunidades de crecimiento dentro de la empresa.

Ajuste de la duración: Dormir una siesta demasiado larga puede dificultar conciliar el sueño por la noche. Esto deriva en un ciclo de sueño irregular y en una disminución del rendimiento. Es crucial encontrar el equilibrio adecuado para maximizar los beneficios de la siesta sin afectar negativamente al sueño nocturno.

Implementación de la siesta en el trabajo

Momento ideal: La mejor hora es después de comer, entre las 13 y las 15 horas. Este es el momento en que los niveles de energía tienden a disminuir.

Políticas empresariales: Las empresas deben establecer políticas claras y flexibles sobre la siesta, mediante asignaciones de áreas específicas y regulaciones de la duración de las siestas. La comunicación efectiva de estas normas es esencial.

Monitoreo y evaluación: Es importante que las organizaciones monitoreen el impacto de las siestas en la productividad y el bienestar de los empleados. Encuestas de satisfacción y análisis de rendimiento pueden ayudar a ajustar las políticas para maximizar los beneficios.

 

 

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