Una ONG que nació en Dinamarca y cuenta con 14 filiales en España organiza paseos en triciclos adaptados para ancianos y personas discapacitadas.
Eva Marabotto
El lema del proyecto es “El derecho a sentir el viento en la cara” pero su nombre es bastante más descriptivo: “En Bici Sin Edad”. Nació en Copenhague en 2013 y promueve los paseos en triciclos eléctricos adaptados para personas de edad avanzada o dependientes. Desde entonces lleva paseados más de 2,5 millones de personas. Sus triciclos recorren cada año un trayecto semejante a dar la vuelta al mundo 132 veces.
En España, la organización que funciona a partir del trabajo voluntario y la generosidad de los donantes, ya cuenta con 14 filiales locales. Organiza paseos en Cataluña, Donosti, Zaragoza, Albacete y varias ciudades de Canarias y Valencia.
Cómo funciona “En Bici Sin Edad”
“Tenemos una gran experiencia trabajando con el personal, la gerencia de hogares de reposo, los ayuntamientos, otras organizaciones voluntarias, las federaciones de ciclistas”, cuentan los impulsores de “En Bici Sin Edad”. “Me intereso por la iniciativa a través de las redes sociales, mientras contribuyo al cuidado de mi abuelo materno, que ingresaría, poco después, en la Unidad de Geriatría del Complejo Hospitalario Universitario de Albacete. Él falleció el 15 de agosto de 2018 y a partir de ese momento, para honrar su memoria comencé el proyecto. Me ha movido constatar que la ancianidad continúa siendo el grupo de edad más olvidado por la sociedad”, explica Oscar Garrido, el promotor de la ONG en Albacete.
La tarea de los voluntarios
Como Garrido, los voluntarios colaboran visitando geriátricos, hospitales y otros lugares donde se reúnen ancianos y personas con movilidad reducida. También enseñan a manejar los vehículos a los paseantes o se convierten ellos mismos en pilotos de los triciclos durante las recorridas.
“No hay nada mejor que ver la alegría de los ancianos, los pilotos y el personal, todos interactúan alrededor del triciclo. Ver las sonrisas de los pasajeros volviendo de su primer paseo con el viento sobre el pelo, las mejillas sonrojadas y llenos de historias que contar”, cuentan desde “En Bici Sin Edad”.
Enlace para sumarse a “En Bici Sin Edad”.