Una investigación del CNIO describe el rol del glucamato en la regeneración de las células del hígado.
El hígado es un órgano indispensable para la digestión, el metabolismo y la eliminación de toxinas. Tiene la asombrosa capacidad de regenerarse y reemplazar células dañadas por las sustancias tóxicas que deben eliminar. Pero esta regeneración no funciona si se padecen enfermedades como la cirrosis. Se trata de patologías cada vez más presentes, asociadas a malos hábitos alimenticios y al consumo de alcohol. De allí la importancia de los estudios sobre la regeneración del hígado. Tanto para pacientes con daño hepático grave como para quienes tienen un tumor.
Una investigación en el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) ha descubierto un mecanismo de regeneración hepática desconocido hasta ahora. El estudio se realizó en modelos animales y ha sido publicado en la revista especializada Nature. Es un proceso que se activa minutos después de que se produzca el daño agudo en el hígado, y que lleva adelante un aminoácido que se denomina glutamato.
Beneficios para quienes tienen daño hepático grave
Según los autores, “la suplementación nutricional con glutamato puede favorecer la regeneración del hígado y beneficiar a pacientes con daño hepático grave y crónico. Por ejemplo, aquellos en recuperación tras una hepatectomía. Podría ser útil para estimular el crecimiento del hígado, o para quienes esperan un trasplante”.
Nabil Djouder, jefe del Grupo de Factores de Crecimiento, Nutrientes y Cáncer del CNIO y autor senior del estudio explica: “Una dieta y un estilo de vida poco saludables pueden afectar a la regeneración del hígado. Nuestros resultados describen un mecanismo que permite al hígado regenerase después de un daño agudo. Estos resultados pueden también ayudar a mejorar la capacidad regenerativa del hígado en pacientes con daño hepático grave, como la cirrosis. También, quienes han sido sometidos a una resección parcial en una cirugía para extirpar un tumor”.
El estudio del CNIO sobre la regeneración del hígado
La novedad de este descubrimiento del CNIO de regeneración del hígado es que describe una comunicación entre el hígado y la médula ósea. Muestra que ambos órganos están interconectados por el glutamato. Tras un daño hepático agudo las células hepáticas, llamadas hepatocitos, producen glutamato y lo vierten al torrente sanguíneo. Así es como el glutamato llega por la sangre hasta la médula ósea, donde activa a los monocitos, un tipo de células del sistema inmunitario. Los monocitos viajan entonces hasta el hígado y por el camino se convierten en macrófagos, también células inmunitarias. Luego, la presencia del glutamato reprograma el metabolismo de los macrófagos, y estos empiezan a secretar un factor de crecimiento que hace proliferar a los hepatocitos.
De este modo, en poco tiempo, el glutamato desencadene la regeneración del hígado, mediante cambios en el metabolismo de los macrófagos. En palabras de Djouder: «Es una perspectiva nueva, compleja e ingeniosa por parte del hígado para estimular su propia regeneración”.
Posibles aplicaciones terapéuticas
Los experimentos se han realizado en modelos animales, pero sus resultados se han comprobado con herramientas bioinformáticas. Así, se han utilizado bases de datos de hepatocitos de ratón y humanos.
Para Djouder, “en el futuro podría recomendarse simplemente la suplementación con glutamato en la dieta tras una extirpación hepática. También para reducir el daño en el hígado causado por cirrosis, frecuente en pacientes con mala alimentación o estilo de vida poco saludable o en otras enfermedades hepáticas graves”.
Rigual también sugiere otro objetivo para futuras investigaciones: “Explorar más a fondo la posibilidad de utilizar suplementos de glutamato en humanos que hayan sido sometidos a una resección hepática para la extracción de tumores”.
En este enlace se puede acceder al artículo de los investigadores de CNIO sobre regeneración rápida del hígado.