Aldeas Infantiles SOS reivindica el derecho de los hermanos en acogimiento a crecer juntos

abril 10, 2025
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Aldeas Infantiles SOS sostiene que los hermanos en acogimiento a crecer juntos. Foto: prensa.
Aldeas Infantiles SOS sostiene que los hermanos en acogimiento a crecer juntos. Foto: prensa.

Esgrimiendo la Ley de Protección Jurídica del Menor, la ONG Aldeas Infantiles pide que los hermanos en acogimiento no sean separados.

Redacción

En el marco del Día de los Hermanos, que se celebra el 10 de abril, Aldeas Infantiles SOS alerta sobre la falta de datos oficiales relativos a la separación de hermanos en acogimiento . La organización hace un llamamiento a las administraciones públicas para que adopten medidas que garanticen su derecho a permanecer juntos. Así lo establece la Ley de Protección Jurídica del Menor. Mantener las relaciones fraternales resulta clave para la estabilidad emocional de los niños, niñas y adolescentes que han perdido el cuidado parental. Además ayuda a mitigar su sentimiento de desarraigo.

Las voces de hermanos en acogimiento de Aldeas Infantiles SOS

“Mi hermana es mi persona de referencia. La primera a la que recurro cuando me ocurre algo y cuando necesito estar con alguien que me entienda. Separar a los hermanos en acogimiento es romper un vínculo que puede ser su único sostén emocional. Yo no me imagino mi vida sin mi hermana. Ella lo es todo para mí. Nos hemos ayudado a sanar, a avanzar, y a construir una vida juntas”, cuenta Mariam, una joven de 22 años que creció en la Aldea Infantil SOS de San Lorenzo de El Escorial junto a su hermana pequeña.

A pesar de que la legislación nacional e internacional reconoce su derecho a permanecer juntos, la separación de hermanos en acogimiento es una realidad en España, según Aldeas Infantiles. La ausencia de datos oficiales sobre el número de niños que han sido separados de sus hermanos impide conocer el alcance del problema. También dificulta la adopción de medidas adecuadas para garantizar su bienestar. Así lo asegura Aldeas Infantiles SOS, que defiende el importante rol que desempeñan las relaciones fraternales en la resiliencia. Así como la recuperación emocional de los niños, niñas y adolescentes que son separados de sus padres.

“Los hermanos son, en muchos casos, el principal vínculo afectivo de los niños en acogimiento. Son una fuente de apoyo y estabilidad emocional”, sostienen desde la organización de atención directa a la infancia. “Cuando se ven obligados a crecer separados, pueden experimentar un mayor sentimiento de desarraigo y pérdida. Esto repercute negativamente en su desarrollo y en su capacidad de afrontar la adversidad”.

Qué dice la Ley al respecto

La Ley de Protección Jurídica del Menor establece que los hermanos con una medida de protección deben permanecer juntos. Esto siempre que esto no sea contrario a su interés superior. Esta disposición está respaldada por la Convención sobre los Derechos del Niño y las Directrices sobre las Modalidades Alternativas de Cuidado de los Niños. Ambas subrayan la importancia de evitar la separación de hermanos y de garantizar su contacto cuando no sea posible la convivencia en un mismo entorno. Sin embargo, en la práctica, múltiples factores dificultan la acogida conjunta de hermanos. Entre ellos, la falta de familias de acogida que puedan recibir a grupos de hermanos. También, la diferencia de edad entre ellos o la existencia de necesidades especiales.

En el informe Hermanos en acogimiento: Derecho a crecer siempre juntos, Aldeas Infantiles SOS profundiza en el impacto de la separación de hermanos en acogimiento. Allí  destaca cómo esta afecta su desarrollo emocional y su capacidad de adaptación. El informe identifica las barreras que dificultan su acogida conjunta y propone medidas para garantizar su derecho a crecer juntos.

En nuestro país, casi 52.000 niños, niñas y adolescentes crecen en el sistema de protección. El 49 % lo hace en centros residenciales y el 51 % en acogimiento familiar. De estos últimos, el 59 % vive con algún miembro de su familia extensa, abuelos y tíos por lo general, y el resto con familias no emparentadas. Todos ellos están separados de sus padres, pero no hay datos sobre cuántos han sido alejados de sus hermanos.

El estudio también recoge testimonios de grupos de hermanos y hermanas que han crecido juntos en las Aldeas Infantiles SOS. Es el caso de Lourdes, de 24 años: “La vida en la Aldea, para mí, era como la de cualquier otro niño con su familia. Ibas al cole, hacías tus tareas, jugabas... Tener a mis hermanas fue un gran apoyo y gracias a ellas la adaptación fue mucho más fácil. Por eso creo que es fundamental que los hermanos en acogimiento puedan crecer juntos. Porque están viviendo lo mismo que tú, te entienden como nadie, y tener a alguien con quien contar lo cambia todo".

El informe completo de Aldeas Infantiles sobre hermanos en acogimiento se puede leer en este enlace.

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