Alternativa para Alemania (AfD) ha desatado una nueva polémica al vetar la presencia de la prensa en su celebración postelectoral en Turingia, desafiando una orden judicial.
Roberta Barbieri Klein
Alternativa para Alemania (AfD), el partido ultraderechista que ha ganado las elecciones estatales en Turingia con un 32,8% de los votos, ha tomado la polémica decisión de vetar a ciertos medios de comunicación en su fiesta postelectoral. Este movimiento se produce a pesar de una reciente sentencia del Tribunal Regional de Erfurt que ordenaba al partido conceder acceso igualitario a todos los medios acreditados.
Esta controvertida decisión desafía una reciente sentencia del Tribunal Regional de Erfurt, que ordenaba al partido ofrecer acceso igualitario a todos los medios de comunicación. La decisión judicial fue resultado de una demanda presentada conjuntamente por varios medios influyentes como Der Spiegel, Bild, Die Welt y Die Tageszeitung.
Torben Braga, portavoz de AfD en Turingia, anunció que la prensa no tendría acceso a la celebración. Agregó que los diputados electos se limitarían a atender a los medios en la sede del parlamento regional la misma tarde del domingo. Este veto fue ampliamente criticado, especialmente después de que hasta 50 periodistas de distintos medios recibieran confirmación de su acreditación.
La falta de espacio fue la excusa
El partido argumentó que no había espacio suficiente para todos los periodistas. De esta forma justificó la exclusión por la limitación del aforo y por la presencia de 150 invitados del partido. Sin embargo, no se ha especificado el lugar de la celebración, lo que ha generado más preguntas sobre la capacidad real del recinto y la transparencia del evento.
La Asociación Alemana de Periodistas condenó la decisión de AfD. Su portavoz, Hendrik Zoerner, calificó la exclusión de ciertos medios como “indignante desde el punto de vista político“. Este incidente subraya las tensiones en torno a la libertad de prensa en Alemania. Especialmente en el contexto del ascenso de partidos de extrema derecha como AfD.
Este veto se suma a la controversia generada por los resultados electorales en Turingia y Sajonia. En ambas regiones AfD ha logrado un avance significativo, exacerbando las preocupaciones sobre el futuro de la política alemana y el respeto a las instituciones democráticas, incluida la prensa libre.