Talgo cierra 2024 con unos ingresos de 669 millones de euros pero se enfrenta a un desafío por la provisión de 116 millones debido a la multa de Renfe.
Ángel Zamarriego
Talgo alcanza 669,2 millones de euros en ingresos, un 2,5% más que en 2023. Este crecimiento se debe principalmente al incremento en la actividad industrial ligada a los calendarios de fabricación.
Sin embargo, los buenos resultados quedan parcialmente empañados por la provisión de 116 millones de euros que la empresa ha tenido que registrar debido a la penalización impuesta por Renfe por los retrasos en la entrega de los trenes AVRIL. Aunque Talgo defiende que dichos retrasos no son imputables a la compañía, el aumento del riesgo de ejecutar la sanción ha llevado a los administradores a contabilizar esta provisión en sus cuentas anuales.
Sin contar este impacto, Talgo ha logrado un Ebitda de 70 millones de euros, con un margen del 10,5%, mientras que el beneficio neto, sin la provisión, ha sido de 8,8 millones de euros. La compañía también ha destinado 35 millones de euros a I+D para reafirmar su apuesta por la innovación.
A pesar de la incertidumbre generada por el conflicto con Renfe, la cartera de pedidos se mantiene robusta en 4.173 millones de euros, con un fuerte peso de los proyectos internacionales, que representan más del 80% del total. Además, el negocio de mantenimiento continúa con estabilidad y flujo de caja recurrente.
De cara a 2025, Talgo espera mantener altos niveles de ingresos, con un Ebitda estimado del 11%, y una inversión en Capex de 55 millones de euros. No obstante, el conflicto con Renfe podría suponer un riesgo financiero y reputacional, por lo que la compañía ha anunciado que defenderá sus intereses ante los tribunales si no se alcanza una solución negociada.
Aunque Talgo continúa con buena posición en el mercado ferroviario global pero la penalización de Renfe pone de manifiesto la vulnerabilidad de la compañía ante retrasos en proyectos estratégicos. La clave para el futuro será cómo gestione esta situación sin comprometer su rentabilidad ni la confianza de sus accionistas.
