Diego Delgado
El proyecto para el nuevo museo en la reserva natural del Urdaibai, hace que Greenpeace se cite en los juzgados con el Museo Guggenheim
Greenpeace se cita en los juzgados con el Museo Guggenheim. El proyecto para el nuevo museo en la reserva natural del Urdaibai ha abierto una guerra entre activistas medioambientales y la empresa cultural. En este caso, la construcción de dos nuevas sedes del Museo Guggenheim en una zona protegida por su alto valor ecológico ha despertado malestar y citas en los juzgados.
Y más aún cuando la Orden Ministerial emitida por el Gobierno el año pasado avaló esta iniciativa. El Ejecutivo redujo la servidumbre de protección costera de 100 a 20 metros en los terrenos del Astillero de Murueta. Lo cual permite que los dos nuevos museos de la Fundación Guggenheim se cimienten a 20 metros de las marismas de Urdaibai.
Greenpeace por su parte, ha presentado un recurso contencioso administrativo contra dicha Orden. Además, considera inaudito que el Ministerio de Transición Ecológica incumpla la Ley de Costas, concretamente el artículo 44.5. “Es una desviación de poder, ya que la medida se toma en beneficio de un proyecto ajeno a la defensa y protección del dominio público marítimo-terrestre”, acusan desde la organización.
Por estas razones, Greenpeace ha solicitado la suspensión de la Orden Ministerial mediante el artículo 47 de la Ley 39/2015 del Procedimiento Administrativo Común de las Administraciones Públicas. Este permite anular los actos de las diligencias públicas si incumplen reglamentos concretos.
Consecuencias de un proyecto cultural de más de 61.000 m² en una reserva natural
Las nuevas sedes del Museo Guggenheim no solo amenaza la integridad ecológica de Urdaibai, según Greenpeace. Sino que también fomenta la turistificación en una zona que requiere un alto grado de conservación.
“Esperamos que el ministerio dé un paso atrás y retire esta orden ministerial que incumple la ley de Costas. Urdaibai tiene el mismo valor ambiental que Doñana y merece que se respete su protección”, ha esperanzado Lorea Flores, portavoz de Greenpeace en Euskadi.
