El sector del comercio electrónico en España tiene una proyección de crecimiento del 8,33% anual y alcanza un volumen de mercado de 52.196 millones de euros en 2029.
Ángel Zamarriego
El comercio electrónico en España sigue mostrando un crecimiento sólido y sostenido. Según datos de Statista, el sector alcanzará una facturación de 37.911 millones de euros en 2025, con una tasa de crecimiento anual del 8,33%, lo que proyecta un volumen de 52.196 millones de euros en 2029. Además, la penetración del comercio digital sigue en ascenso, con más de 25 millones de personas comprando online en 2024 y una previsión de que el 58% de la población española realice compras digitales en 2029.
Sin embargo, las altas tasas de abandono de carritos de compra siguen siendo un reto importante. En España, este índice alcanza el 75% que supera la media global del 70%, lo que supone pérdidas millonarias para los comercios digitales. Según un estudio del Baymard Institute, los principales motivos de abandono son:
- Obligación de crear una cuenta (26%)
- Falta de confianza en la seguridad del sitio (25%)
- Procesos de pago largos o complejos (22%)
En este contexto, la experiencia de pago se convierte en un factor clave para mejorar la conversión y la fidelización de clientes. Según Jorge Sorial, Country Manager de Craftgate en España: “El mercado español tiene hábitos de pago únicos que deben ser comprendidos para mejorar la confianza del consumidor e impulsar las ventas. Adaptar las soluciones de pago a estas preferencias puede marcar la diferencia en la competitividad de las empresas digitales”.
La comodidad es el principal motor de las compras online en España, según el 38% de los compradores encuestados en 2024. Esto ha impulsado el uso de métodos de pago más ágiles y seguros. De acuerdo con un análisis de Craftgate, los consumidores españoles muestran una clara inclinación por las tarjetas de débito sobre las de crédito, mientras que Bizum se consolida como la opción líder en pagos móviles instantáneos.
Además, las soluciones fintech y los métodos de pago digitales están en auge, con un crecimiento significativo en los servicios «Compra ahora, paga después», como Klarna y Scalapay. PayPal también sigue siendo una opción destacada, gracias a su sólida política de protección al comprador, que refuerza la confianza en las transacciones digitales.
Ante estas tendencias, las empresas deben adaptar sus estrategias de pago para mejorar la experiencia del usuario y reducir las tasas de abandono. Jorge Sorial subraya: «Las empresas españolas pueden asegurar su competitividad centrándose en una experiencia de pago fluida y en opciones adaptadas a las preferencias locales. Incorporar soluciones innovadoras como los BNPL y métodos de pago localizados permitirá mantener un crecimiento sostenible”.
En este sentido, la optimización del proceso de pago online es clave para mejorar la tasa de conversión y maximizar ingresos. Estrategias como la orquestación de pagos, que permiten una gestión centralizada y flexible de los distintos métodos de pago, están ganando relevancia como solución para enfrentar los desafíos del comercio electrónico en un mercado cada vez más competitivo.
