Carlos Ferrando, pionero del periodismo de crónica social y rostro querido de la televisión, ha fallecido a los 76 años en Madrid. Su muerte ha dejado un profundo vacío entre sus amigos y colegas, quienes lo consideraban parte de su familia.
Roberta Barbieri Klein
El mundo de la prensa rosa está de luto este miércoles por la pérdida de uno de sus grandes pioneros: Carlos Ferrando ha fallecido a los 76 años en Madrid. Reconocido por su vasta trayectoria en la crónica social y su participación en programas como Crónicas Marcianas, ¡Qué tiempo tan feliz! y Sálvame, Ferrando se convirtió en una figura imprescindible de la televisión y un gran amigo y confidente de muchas estrellas del panorama español.
La noticia de su muerte ha sido un duro golpe para sus amigos más cercanos, quienes siempre estuvieron pendientes de él. Aunque Ferrando gozaba de buena salud y se encontraba bien en los últimos tiempos, su fallecimiento ha dejado a todos consternados. La actriz Alejandra Grepi, amiga íntima del periodista, fue quien acudió a su domicilio alarmada por el prolongado silencio de Ferrando. Al entrar, lo encontró en un estado de deshidratación, aunque todavía con vida. Tras llamar a los servicios sanitarios, estos intentaron reanimarlo en tres ocasiones, pero lamentablemente, Carlos Ferrando falleció.
“El cuerpo sin vida se encuentra en el Anatómico Forense donde le van a practicar la autopsia”, ha explicado el periodista Carlos Pérez Gimeno, también amigo cercano de Ferrando. El entorno más íntimo del periodista está a la espera de que la familia, con la que no mantenía relación, decida si se hará cargo de los trámites funerarios. Ferrando tenía un hermano y una sobrina con los que no tenía trato, por lo que sus amigos han expresado su disposición a hacerse cargo de sus restos mortales, que serán incinerados y sepultados, corriendo ellos con todos los gastos.
Amigo de sus amigos
Carlos Ferrando siempre consideró a sus amigos como su verdadera familia. Pasaba tiempo con ellos, salía a comer y cenar, y disfrutaba de su compañía mientras compartía las innumerables anécdotas que acumuló a lo largo de su extensa e imparable carrera. Su legado, lleno de recuerdos y vivencias con las estrellas más grandes de España, es imborrable y su partida deja una enorme tristeza.
La vida de Carlos Ferrando estuvo rodeada de estrellas. Fue íntimo de Rocío Jurado, Sara Montiel, y muchas otras figuras icónicas. Era depositario de sus secretos y, con su avispada ironía y vehemencia, se reinventó en televisión, convirtiéndose en uno de los rostros más conocidos y queridos. Sus años al lado de María Teresa Campos son historia pura de la televisión.
En una de sus últimas entrevistas para la revista Lecturas, Ferrando se sinceró sobre su carrera y su vida personal. “Se me empezó a respetar cuando Rocío Jurado me dijo que yo era alguien”. Recordó con emoción un momento en el Windsor, donde Rocío le cantó: “Como yo te amo Carlos, entérate, nadie te amará…”. Ferrando confesó que lloró, y al mirar a su madre, recibió una patadita bajo la mesa para que viera a su padre, que también estaba conmovido hasta las lágrimas.
Ferrando compartió numerosas anécdotas, incluyendo su relación con Sara Montiel, de quien fue íntimo amigo y con quien estuvo a punto de casarse antes de la llegada de Tony Hernández. Aunque no hubo amor romántico entre ellos, Ferrando afirmó que la adoraba y que la relación fue siempre especial.
Su legado y su recuerdo permanecerán vivos en todos los que lo conocieron y apreciaron.
